El lunes, JPMorgan reiteró su calificación de Sobreponderar sobre PBF Energy (NYSE:PBF) con un precio objetivo de la acción estable en 59,00 dólares. El análisis de la firma sugiere que PBF Energy está bien posicionada dentro del sector del refino, con un beneficio por acción (BPA) para el primer trimestre que se mantiene en 0,65 dólares, en contraste con la estimación de consenso de 0,57 dólares.
La previsión de ingresos de explotación de refino se sitúa en 125 millones de dólares, con una producción de crudo que se espera se sitúe en torno al punto medio de la horquilla orientativa de la empresa para el primer trimestre, de 830-890 mil barriles diarios (kbd).
El margen bruto consolidado previsto para PBF Energy es de aproximadamente 11,75 dólares por barril, lo que supone un aumento respecto a los 9,88 dólares por barril del cuarto trimestre. Esta mejora se atribuye al aumento de las grietas en todo el sector, con la excepción de la Costa Este, y al incremento de las capturas en las regiones del Mid-Continent y la Costa Oeste. No obstante, se espera que las capturas en la Costa Este y la Costa del Golfo disminuyan debido a los turnaround y otros factores.
Se prevé que los gastos de explotación del refino aumenten a 8,50 dólares por barril en el primer trimestre, frente a los 7,98 dólares por barril del trimestre anterior, debido principalmente al mayor consumo estacional de gas natural. Se prevé que los beneficios del segmento logístico se mantengan estables, y que los de la empresa conjunta SBR RD alcancen el punto de equilibrio.
El modelo de JPMorgan prevé un flujo de caja operativo de 178 millones de dólares en el primer trimestre, teniendo en cuenta una carga de capital circulante de 65 millones de dólares derivada del pago parcial de la posición corta del Número de Identificación Renovable (RIN).
Los gastos de capital se estiman en 208 millones de dólares, por debajo de los 233 millones del cuarto trimestre, con un flujo de caja libre negativo de 30 millones. La empresa también prevé una recompra de acciones de 100 millones de dólares y una deuda neta final negativa de 378 millones de dólares, con aproximadamente 1.624 millones de dólares en efectivo final.
PBF Energy es reconocida por su importante apalancamiento en los fundamentales del refino y una proyección más defensiva que en el pasado, tras un importante esfuerzo de desapalancamiento después de los mínimos de COVID-19. La venta por parte de la empresa de la mitad de su proyecto SBR RD por unos 850 millones de dólares, tras construir la instalación por unos 650 millones de dólares, le ha proporcionado una base de costes negativa única en comparación con otras refinerías.
A pesar de las futuras salidas relacionadas con la construcción de SBR, la compra del acuerdo de intermediación de inventarios, los pagos mínimos por la adquisición de Martinez y las responsabilidades medioambientales, en particular en torno a los RIN, JPMorgan cree que el mercado aún tiene que reconocer plenamente la mejora del balance.
La empresa prevé que la confianza de los inversores en el balance se reforzará en los próximos trimestres a medida que los futuros pagos devengados sean menos significativos para la narrativa financiera de PBF Energy.
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