Por Samia Nakhoul y Kiyoshi Takenaka
BEIRUT/TOKIO, 2 ene (Reuters) - El depuesto jefe de Nissan (T:7201), Carlos Ghosn, decidió abandonar Japón después de enterarse de que su juicio había sido retrasado hasta abril del 2021 y también porque no se le había permitido hablar con su esposa, dijeron el jueves fuentes cercanas al exjecutivo.
Ghosn se convirtió en un fugitivo internacional después de que reveló que había viajado al Líbano para escapar de lo que llamó un sistema de justicia amañado.
Fuentes cercanas a Ghosn dijeron que él se enteró en una audiencia judicial reciente de que uno de sus dos juicios en Japón sería retrasado hasta abril del 2021. No se ha establecido una fecha a firme para los dos procesos, pero se espera que al menos uno se inicie en abril del 2020.
"Dijeron que necesitaban otro año completo para prepararse para el juicio (...). Él estaba estresado por no poder ver o hablar con su esposa", dijo una de las fuentes cercanas a Ghosn.
Bajo los términos de su fianza, Ghosn tenía prohibido comunicarse con su esposa, Carole, y tenía restringido el uso de internet y otros mecanismos de comunicación mientras estaba confinado en su casa en Tokio.
Un pedido para ver o hablar con esposa en Navidad le fue negado, dijeron las fuentes.
También señalaron que Ghosn estaba perturbado por el hecho de que su hija e hijo fueran interrogados por fiscales japoneses en Estados Unidos a inicios de diciembre y que estaba convencido de que las autoridades buscaban forzar una confesión de su parte poniendo presión sobre su familia.
Nadie estaba inmediatamente disponible para hacer comentarios en la oficina del abogado de Ghosn, Junichiro Hironaka, o en la embajada francesa en Tokio, o en la oficina de la fiscalía del distrito público de Tokio.
Ghosn, de 65 años, fue arrestado originalmente en Tokio en noviembre de 2018 y enfrenta cuatro cargos por presuntos delitos financieros en Japón, incluyendo esconder ingresos y enriquecerse a través de pagos a intermediarios en la industria automotriz en Oriente Próximo. Él ha negado todas las acusaciones.
El empresario, que tiene ciudadanía francesa, libanesa y brasileña, fue sacado de Tokio por una compañía privada de seguridad, un plan que se trabajó durante tres meses y que involucró su tránsito a través de Turquía, según informes de Reuters.
(Información de Samia Nakhoul y Kiyoshi Takenaka; escrito por Eric Knecht; Editado en español por Gabriela Donoso)