Madrid, 13 may (.).- El portavoz del movimiento Repartidores Unidos, Gustavo Gaviria, ha negado cualquier vínculo contractual con Glovo en respuesta a las declaraciones de un representante de UGT, que lo acusó de ser directivo de la compañía, y ha anunciado que iniciará acciones legales.
Gaviria -portavoz de una entidad a favor de que los repartidores sigan siendo autónomos- ha asegurado en un comunicado este jueves que presentará una demanda contra el delegado de UGT Fernando García y la asociación "Riders X Derechos" por "injurias y calumnias".
García acusó en un programa de Televisión Española a Gaviria de ser en realidad directivo de Glovo, lo que en su opinión supone una prueba más de que las plataformas digitales están detrás de las asociaciones y manifestaciones de repartidores pro-autónomos surgidas en los últimos meses para protestar contra la "Ley Rider".
Un portavoz de UGT ha precisado hoy a Efeagro que, según la información de la que disponen, Gaviria ejerció no de directivo, pero sí como encargado y supervisor de Glovo, y que en el caso de que finalmente presente una denuncia, el sindicato defenderá "hasta donde haga falta" a García.
El portavoz de Repartidores Unidos ha remitido a los medios de comunicación un informe con su vida laboral, en el que la Seguridad Social informa de que está dado de alta desde el 1 de noviembre de 2017 como autónomo.
Las acusaciones hacia Gaviria han tenido un notable eco en redes sociales, y tanto el secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo, como la cuenta oficial de Podemos, se hicieron eco de ellas.
La "Ley Rider" fue aprobada por el Gobierno el pasado martes en Consejo de Ministros y prohíbe a las plataformas como Deliveroo, Glovo o Ubereats seguir empleando autónomos como repartidores y obliga a que sean asalariados.
El colectivo de repartidores está dividido, con la asociación "Riders X Derechos" del lado de quienes defienden que es ilegal que los consideren autónomos y otras entidades, como Repartidores Unidos y APRA, a favor de continuar siéndolo.
El cruce de acusaciones entre ambos grupos se ha recrudecido en los últimos meses y, recientemente, UGT publicó un informe en el que denunció "la presión política y social" ejercida por las plataformas a través de algunas asociaciones pro-autónomos para "difundir el miedo" entre los repartidores y "polarizar" al colectivo.