BRUSELAS, 29 dic (Reuters) -Altos cargos de sanidad de la Unión Europea mantenían conversaciones el jueves para tratar de coordinar puntos de vista muy diferentes sobre cómo responder a la decisión de China de levantar sus restricciones sobre el COVID-19 en plena oleada de infecciones en ese país.
La magnitud del brote en China y las dudas sobre los datos oficiales han llevado a países como Estados Unidos, India y Japón a imponer nuevas normas de viaje a los visitantes provenientes de China.
En la UE, solo Italia lo ha hecho, mientras que otros países del bloque, en gran medida sin fronteras, dijeron que no veían la necesidad de seguir su ejemplo o esperaban una postura común de los 27 Estados miembros.
"Desde un punto de vista científico, no hay razón en este momento para restablecer los controles en las fronteras", dijo a Radio Classique Brigitte Autran, presidenta del Comité de Vigilancia y Previsión de Riesgos Sanitarios francés, conocido como 'Covars'.
Autran, que asesora al Gobierno francés sobre riesgos epidemiológicos, afirmó que la situación podría cambiar en cualquier momento, pero que por el momento estaba bajo control y no había indicios de nuevas variantes preocupantes del COVID en China.
Alemania declaró el miércoles que no veía la necesidad de imponer nuevas restricciones a los viajes, y Austria subrayó los beneficios económicos de la perspectiva de ver un retorno de los turistas chinos a Europa.
En el Reino Unido, un portavoz del Gobierno dijo el jueves que no había ningún plan para reintroducir las pruebas de COVID para los que entran en el país.
En Italia, sin embargo, el vice primer ministro y ministro de Transportes, Matteo Salvini, dijo en un mensaje en Twitter (NYSE:TWTR) el miércoles que "Italia no puede ser el único país que lleve a cabo controles anti-COVID en los aeropuertos para los que llegan de China."
"He pedido que se apliquen controles y posibles limitaciones en toda Europa".
Es posible que la primera ministra, Giorgia Meloni, diga algo más al respecto en su rueda de prensa de fin de año, que tendrá lugar en torno a las 11.30 horas (1030 GMT).
El principal aeropuerto de la ciudad italiana de Milán empezó a realizar pruebas a los pasajeros procedentes de Pekín y Shanghái el 26 de diciembre y descubrió que casi la mitad de ellos estaban infectados.
No estaba claro cuándo terminaría la reunión del Comité de Sanidad de la UE, que comenzó el jueves por la mañana, ni qué decisiones podría tomar.
El Comité de Seguridad Sanitaria está compuesto por representantes de los ministerios de sanidad de los 27 países del bloque y presidido por la Comisión. Se ha reunido con frecuencia en el momento álgido de la pandemia del COVID-19 en Europa para coordinar las normas.
En un brusco cambio de estrategia, China ha empezado este mes a desmantelar el régimen más estricto del mundo de confinamiento y pruebas exhaustivas de COVID-19, con lo que su maltrecha economía se encamina hacia una reapertura completa el año que viene.
El levantamiento de las restricciones, tras las protestas generalizadas contra ellas, significa que el COVID-19 se está extendiendo en gran medida sin control y es probable que infecte a millones de personas al día, según algunos expertos internacionales en salud.
(Jan Strupczewski y Phil Blenkinsop en Bruselas, Myrian Rivet y Geert De Clercq en París, Gavin Jones en Roma, Maria Sheahan en Berlín; redacción de Ingrid Melander; editado en español por Flora Gómez)