El mercado de criptomonedas ha estado en declive durante los últimos seis meses, con su valoración cayendo de más de USD 3 billones en noviembre de 2021 a 1.23 billones en mayo de 2022.
Los temores por el aumento persistente de la inflación, la agresiva respuesta de la Reserva Federal y el conflicto en curso entre Ucrania y Rusia han llevado a los inversores a limitar su exposición a los activos de mayor riesgo. Además, su creciente apetito por los refugios seguros, como el dólar estadounidense, lastró la demanda de algunas de las principales criptomonedas y de la renta variable estadounidense.
Como resultado, algunos activos digitales, como Dogecoin (DOGE) y Cardano (ADA), cayeron más de un 80% desde sus máximos históricos establecidos el año pasado. Al mismo tiempo, unos pocos tokens experimentaron descensos similares, aunque reducidos, en comparación con otros activos del top-30.