Buenos Aires, 9 feb (EFE).- El 84 % de los argentinos duda que el Gobierno consiga frenar la escalada inflacionaria en los próximos meses, ya que considera que los precios seguirán aumentando durante todo 2014, frente al 77 % que opinaba igual hace un año, según un sondeo difundido hoy.
El último Índice General de Expectativas Económicas (IGEE) de la Universidad Católica Argentina (UCA) y TNS-Gallup, realizado tras la brusca devaluación del peso en la segunda mitad de enero, reveló un aumento generalizado del pesimismo sobre la situación económica de Argentina.
Uno de cada dos argentinos cree que la economía argentina está "mal o muy mal" y tres de cada cuatro opina que en los próximos seis meses la situación seguirá igual o empeorará, de acuerdo al sondeo publicado hoy por el diario bonaerense La Nación.
Los datos suponen un retroceso del 10,3 % sobre la percepción del contexto económico actual y del 10,5 % sobre las expectativas futuras respecto a los datos de enero de 2013.
Además, muestran una caída de más del 20 % desde el récord de optimismo registrado en octubre de 2011, en coincidencia con las elecciones presidenciales en las que Cristina Fernández fue reelegida con el 54 % de los votos.
El pesimismo es especialmente elevado entre los adultos mayores, donde llega al 55 %, y también entre los sectores con mayor educación, del 55 % entre los universitarios y del 54 % entre los que completaron sus estudios secundarios.
La encuesta se realizó a 1.012 personas de 18 y más años en todo el territorio nacional entre el 17 y el 25 de enero.
Esas fechas coincidieron con la devaluación más brusca del peso en una década, que cerró enero con un retroceso de más del 22 % frente al dólar y aumentó la amenaza inflacionaria en Argentina.
La inflación de enero en la ciudad de Buenos Aires fue del 4,8 %, según datos provisionales del Gobierno de la capital argentina, mientras que la cifra nacional se dará a conocer el próximo 13 de febrero, cuando se difunda el nuevo Índice de Precios al Consumo elaborado por el Gobierno bajo la supervisión del Fondo Monetario Internacional. EFE