En este mundo, no hay correlación perfecta. Hay activos que tienden a moverse en la misma dirección. Hay activos que tienden a moverse en dirección opuesta. Y hay activos cuyos movimientos no muestran relación aparente. Pero no podemos ver esto en términos absolutos. Por lo general, son correlaciones estadísticas. Lo que quiere decir que, de vez en cuando, hay periodos “atípicos”. En otras palabras, un par de velas en disonancia no es suficiente para decretar la ruptura definitiva de una correlación.
Para nadie es un secreto que la comunidad Bitcoin es bastante idiosincrática. Entonces, con frecuencia, se dan situaciones bastante absurdas con este asunto de las correlaciones. Debido al fuerte sesgo ideológico, muchos usuarios tienden a aceptar los hechos de modo selectivo. Es decir, generalmente, aceptan solo lo que confirma sus preconcepciones. E ignoran lo que no lo hace. Este “cherry picking” es muy común. Por ejemplo, todo lo que tiene que ver con el dólar, Wall Street y la Reserva Federal suele verse con rechazo. Y todo lo que tiene que ver con el oro y el libertarismo se suele ver con mayor simpatía. La única excepción es cuando se presenta al oro como competidor directo de Bitcoin. Del resto, son hermanos de la misma madre.
- Arthur Hayes reitera su predicción millonaria en torno a Bitcoin. ¿De dónde saca ese número?