Ciertamente, la reapertura de China representa un cambio con ganadores y perdedores. Para Latinoamérica, en particular, esta reapertura significa un aumento de la demanda en materias primas y mercancías. Lo que, para Latinoamérica, es muy determinante por tratarse de una región que depende principalmente de las exportaciones de materias primas y mercancías. En muchos sentidos, la región se favorece de la reactivación china.
Después de casi 3 años de confinamiento, China abre sus puertas. Según los estimados de Morgan Stanley (NYSE:MS), la economía china podría crecer en un 5.7% en el 2023. Este nuevo impulso significa una mayor demanda. Debemos recordar que China consume el 16% del petróleo del mundo. También consume el 50% del cobre. Y consume más de 60% del hierro. No hay que ser un genio para saber que estas reaperturas son nuevas noticias para, por ejemplo, Chile y Brasil. Chile exporta gran parte de su cobre a China. Y Brasil envía el 70% de su soya. En fin, esta demanda indudablemente tendrá un impacto en los precios.
- ¿Qué le depara a la economía mundial en el 2023?