Por Lucia Mutikani
WASHINGTON, 29 sep (Reuters) - La confianza del consumidor de Estados Unidos rebotó más de lo esperado en septiembre, gracias a una mejoría de las percepciones actuales sobre el mercado laboral, aunque el indicador siguió por debajo de los niveles vistos antes de que llegara al país la pandemia de COVID-19.
La mayor confianza reportada por el grupo de estudios económicos Conference Board el martes se produjo a pesar de un resurgimiento de los brotes de coronavirus en algunas partes de Estados Unidos y luego de que se agotaran los fondos del Gobierno para ayudar a los desempleados y las pequeñas empresas.
Los consumidores también parecían estar menos preocupados por la incertidumbre en torno al resultado de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.
Algunos economistas dijeron que la lectura robusta sobre la confianza podría reducir la presión para que la Casa Blanca y el Congreso acuerden un nuevo paquete de ayuda fiscal.
"La magnitud de la recuperación que vimos hoy nos dice que el consumidor cree que los peores días de la recesión ya han pasado", dijo Chris Rupkey, economista jefe de la firma MUFG en Nueba York.
El índice de confianza del consumidor de Conference Board subió a 101,8 este mes desde 86,3 en agosto. Economistas encuestados por Reuters esperaban una lectura de 89,5 para el noveno mes. La medición alcanzó 130 al inicio de este año.
La más reciente lectura abarca el mes hasta el 18 de septiembre.
La medición del escenario actual del estudio, basado en la percepción de los consumidores sobre las condiciones laborales y de negocios, se incrementó a 98,5 desde 85,8 en agosto. El indicador de expectativas basado en las previsiones de corto plazo de los encuestados sobre ingresos, empleo y negocios saltó a 104 desde la lectura de 86,6 del mes pasado.
PRESIONES A LA BAJA
Los casos diarios de COVID-19 en Estados Unidos empezaron a aumentar con fuerza la semana pasada por primera vez en casi dos meses. La ayuda del Gobierno para apoyar a las empresas con los salarios de los trabajadores virtualmente se ha terminado y decenas de miles de empleados de aerolíneas corren el riesgo de ser despedidos o suspendidos en octubre.
"Los gastos de los consumidores serán un motor clave de la recuperación económica", dijo Gus Faucher, economista jefe de PNC Financial wn Pittsburgh, Pensilvania. "Pero los riesgos están inclinados a la baja", destacó.
Un reporte por separado del Departamento del Comercio indicó el martes que el déficit de comercio de bienes se profundizó en agosto, con un incremento de las importaciones debido a que las empresas se reabastecieron luego de haber frenado las compras para inventarios al inicio de la crisis sanitaria.
La mayor economía del mundo entró en recesión en febrero. La actividad recibió bríos en el verano boreal por la reapertura de negocios y con la llegada de estímulos del Gobierno, pero este impulso parece estar disipándose.
La brecha de comercio de bienes se expandió 3,5% a un máximo histórico de 82.900 millones de dólares el mes pasado. Las importaciones de bienes aumentaron 3,1% a 201.300 millones de dólares, eclipsando el alza de 2,8% en la exportación de productos valorizada en 118.300 millones de dólares.
(Información de Lucia Mutikani; editado en español por Marion Giraldo)