Por Cate Cadell y Ben Blanchard
PEKÍN (Reuters) - China deploró esta semana la violencia en Hong Kong, donde los manifestantes saquearon el Parlamento de la ciudad, alimentando las expectativas de que se adopte una línea más dura en el territorio, a pesar de que en gran medida los detalles de las escenas de vandalismo no se difundieron en los medios de comunicación chinos.
Las protestas multitudinarias en la antigua colonia británica que comenzaron a principios del mes pasado llegaron a su punto álgido el lunes, lo que ha hecho que algunos pronostiquen que la policía adoptará una postura más dura, que la ciudad se verá forzada a someterse a un mayor control desde Pekín y que la dirigente hongkonesa Carrie Lam será obligada a abandonar la ciudad.
Pekín calificó la violencia como un "desafío manifiesto" al modelo de "un país, dos sistemas", en virtud del cual se concedió a Hong Kong un alto grado de autonomía cuando fue devuelta a China en 1997.
"Expresamos nuestra indignación al respecto y lo condenamos enérgicamente", dijo en un comunicado el Ministerio de Relaciones Exteriores de China en Hong Kong.
Millones de personas han salido a las calles de Hong Kong en las últimas semanas para protestar contra un proyecto de ley de extradición que ahora está suspendido y que permitiría que la gente fuera enviada a China para ser juzgada en tribunales controlados por el Partido Comunista.
La reacción se produce en medio de un creciente resentimiento por el declive que, a juicio de muchos, están experimentando las libertades en Hong a medida que China estrecha su control sobre el territorio bajo el liderazgo del presidente Xi Jinping, quien advirtió hace dos años de que Pekín no toleraría que se pusiera en tela de juicio su autoridad en Hong Kong.
El periódico oficial China Daily, publicado en inglés y utilizado a menudo por Pekín para difundir su mensaje al resto del mundo, dijo que la mejor manera de tratar con Hong Kong era una mayor integración económica con el resto del país.
"La única manera de que (Hong Kong) pueda sostener el crecimiento económico y mantener la estabilidad es que integre aún más su propio desarrollo en el desarrollo general de la nación, sobre todo desempeñando su papel en el avance de la Iniciativa de la Franja y la Ruta y de la Gran Bahía de Guangdong-Hong Kong-Macao, dijo el martes en un editorial. La Franja y la Ruta es una cadena de puertos, ferrocarriles, carreteras, puentes y otras inversiones que conectan a China con Europa a través de Asia central y meridional.
"Ambos programas de desarrollo sirven como plataformas prácticas para que Hong Kong genere un mayor impulso al crecimiento que pueda traducirse en beneficios prácticos para los residentes locales".
LÍNEA MÁS DURA
Kenneth Ka-Lok Chan, profesor asociado de la Universidad Bautista de Hong Kong y exdiputado del grupo pro-democracia Partido Cívico, cree que Pekín apoyará a Hong Kong para que tome medidas aún más enérgicas.
"Se apoyarán en gran medida en la fuerza policial para restaurar la llamada ley y el orden, por lo que la policía se reforzará aún más en términos de agresividad contra los manifestantes", dijo.
Mathew Wong, catedrático adjunto de ciencias sociales en la Universidad de Educación de Hong Kong, dijo que es probable que Pekín deje que las protestas se vayan diluyendo.
"Al igual que la Revolución de los Paraguas, la protesta no puede mantener la intensidad eternamente, especialmente cuando la opción de dejar que la policía los reprima está fácilmente disponible", dijo, en referencia al movimiento a favor de la democracia "Occupy Central", que se prolongó durante 79 días en 2014 antes de que la policía disolviera a los manifestantes.
Wong también indicó que Lam no podía conservar su trabajo, pese a que Pekín la mantenga su puesto por el momento para salvar las apariencias. El Gobierno central ha expresado repetidamente su apoyo a Lam y a su decisión del mes pasado de suspender la legislación sobre la extradición.
"Independientemente de si la iniciativa fue idea de ella o de Pekín, resulta fatídico que haya sido un desastre".
Un diplomático occidental afincado en Pekín, que pidió que no se revelara su identidad, dijo que era significativo que el propio Xi no hubiera salido y ofrecido apoyo público a la dirigente de Hong Kong, manteniendo un perfil bajo mientras el territorio entraba en crisis.
"MANO NEGRA" EXTRANJERA
China ha culpado a la influencia de la "mano negra" de los gobiernos extranjeros, especialmente de Estados Unidos y Reino Unido, por los disturbios en Hong Kong, una opinión que, según dijo un funcionario chino a Reuters, se vio refrendada por la destrucción de la legislatura.
"Son los países occidentales los que los alientan. Es muy obvio", dijo el representante, que pidió no ser identificado dada la sensibilidad del asunto.
En las redes sociales chinas, los usuarios inundaron las secciones de comentarios de los medios de comunicación estatales condenando la violencia y pidiendo a Pekín que respondiera con dureza, a pesar de que los medios de comunicación estatales no cubrieron por completo los disturbios y se bloquearon las imágenes en internet en China, cuya red es objeto de censura.
Pese a peticiones de mano dura en Twitter, llamando a la aplicación de la ley marcial, no ha habido ningún indicio de que las fuerzas del Ejército Popular de Liberación afincadas en Hong Kong se encuentren en estado de alerta por si la situación se descontrola por completo.
"Mandad los tanques para aniquilarlos", pedía un usuario en Twitter.
En las calles de Pekín, algunas personas dijeron que no habían visto noticias de lo que había ocurrido en Hong Kong.
Zoey, de 26 años, graduada en enfermería, dijo que no había prestado mucha atención a los "problemas" de Hong Kong.
"¿Has visto algo de la manifestación de Hong Kong? No, no he oído nada. Porque normalmente leemos Weibo, pero si no llega a los temas candentes de Weibo, no lo vemos. Lo siento."
(Información de Cate Cadell y Ben Blanchard; información adicional de Gao Liangping; traducido por Tomás Cobos en la redacción de Madrid)