Hay un viejo refrán que dice que "el dinero en efectivo es el rey", pero si está en una cuenta bancaria o, en el caso de las criptomonedas, en un monedero, disminuye cada día debido a la inflación. Esto es especialmente cierto ahora que la inflación en Estados Unidos rompe su récord de 40 años. Aunque la estrategia de promediación del coste del dólar (DCA) le permite al inversor minimizar los efectos de la volatilidad comprando un activo inestable en intervalos de tiempo, la inflación sigue provocando una disminución del valor del activo objetivo a lo largo del tiempo.
Por ejemplo, Solana (SOL) tiene una tasa de inflación protocolaria preestablecida del 8%, y si el rendimiento no se genera a través de la agricultura (farming) o la utilización de la financiación descentralizada (DeFi), los holdings se deprecian a un ritmo del 8% anual.
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