Brainard habló en los términos más generales a lo largo de su discurso. Destacó los problemas de rendimiento que se han observado recientemente en las criptomonedas, como la volatilidad, la correlación con las acciones de riesgo, la responsabilidad ante las corridas bancarias y otros riesgos asociados a las finanzas tradicionales, y la sobrecolateralización como amplificador de tensión. A medida que las criptomonedas se integren más en el sistema financiero general, se hará más urgente la necesidad de regulación para responder a estos riesgos, dijo.
Brainard respaldó "el principio de mismo riesgo, misma divulgación, mismo resultado regulatorio". También instó a la cooperación internacional entre los reguladores financieros para hacer frente al alcance transfronterizo del sector de las criptomonedas. Este último llamamiento se hace eco de las conclusiones de un informe del Departamento del Tesoro de Estados Unidos publicado un día antes.
Dos áreas específicas despertaron especial preocupación en la funcionaria de la Fed. El primero era que la participación de los bancos en el cripto aumenta el riesgo de la estabilidad del sistema financiero básico. La participación de los bancos debería fomentarse, dijo Brainard, porque "proporciona una interfaz en la que los reguladores tienen fuertes líneas de visión". A pesar de su apoyo al principio de "el mismo riesgo, la misma información", pareció abogar por un tratamiento diferente para las criptomonedas, subrayando que era necesario un "sólido marco regulador para las criptofinanzas" antes de una fuerte participación de los bancos.
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