Con más de 34 millones de brasileños que aún viven sin acceso a servicios bancarios formales o con cuentas bancarias sin usar, el sector bancario tradicional ha estado buscando o incluso preparándose para impulsar la inclusión financiera en la medida de lo posible, según André Silvestrini, Gerente de Desarrollo de Negocios para Brasil en la plataforma de comercio de criptomonedas Phemex.
Silvestrini describe la situación como un conflicto de intereses "inevitable" y "lógico" desde la perspectiva de los bancos.
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“El sector bancario latinoamericano se ha caracterizado por el dominio del mercado por parte de pocos jugadores, altas barreras de entrada y, en muchos casos, altos costos. Y Brasil no es una excepción: antes de la llegada del banco en línea más valioso del mundo, por ejemplo, los cinco bancos más grandes de Brasil representaban más del 70% de los depósitos del país. Esto condujo a una situación en la que la industria era el doble de rentable en comparación con sus contrapartes europeas o estadounidenses, con pocos incentivos para cambiar. La llegada de fintech puede verse como una forma de “desencadenar la industria”, con las criptomonedas y las finanzas descentralizadas (DeFi) eliminándolas por completo”, dice.
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