Estados Unidos acudirá a las urnas el 8 de noviembre para decidir el destino de los 435 miembros de la Cámara de Representantes y 34 de los 100 escaños del Senado. El resultado decidirá el equilibrio de poder imperante en Washington y tiene el potencial de afectar a la industria de las criptomonedas. Tal vez por eso el 38% de los votantes con derecho a voto tendrán en cuenta las posiciones de los candidatos sobre las criptomonedas, según una encuesta reciente. Otra encuesta sugiere que la regulación de las criptomonedas es un tema bipartidista, ya que el 87% de los encuestados demócratas y el 76% de los republicanos dicen que quieren claridad por parte del gobierno de Estados Unidos sobre los activos digitales.
La recaudación de fondos es una parte normal del sistema político estadounidense, pero las cifras asociadas a las criptomonedas pueden haber levantado algunas cejas. Por ejemplo, Sam Bankman-Fried calificó de "techo débil" los USD 1,000 millones para las contribuciones electorales de 2022. Aunque se echó atrás en algunas de sus intenciones, sigue siendo el sexto mayor donante en este ciclo electoral. También hay numerosos comités de acción política relacionados con las criptomonedas. Según algunos informes, los donantes afiliados a las criptomonedas han gastado más que los principales grupos de presión o "lobbies" como los de defensa y las grandes farmacéuticas.
Aunque la naturaleza no partidista de las criptomonedas es una especie de cliché, existen claros indicios de divisiones políticas. En primer lugar, las criptomonedas tienden a inclinarse hacia la derecha. Un análisis de las agendas de los legisladores muestra que los republicanos son, en general, mucho más amigables con los activos digitales. ¿Por qué? Lee el análisis completo de Cointelegraph sobre las próximas elecciones de mitad de mandato y su relación con el sector cripto.
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