Aunque la semana pasada no hubo problemas en el mercado de la industria de las criptomonedas -no se congelaron operaciones ni se presentaron quiebras-, los reguladores de Estados Unidos hicieron algunas declaraciones explícitamente negativas.
El recientemente nombrado vicepresidente de supervisión de la Junta de la Reserva Federal de EE.UU., Michael Barr, se comprometió a "garantizar que la actividad de las criptomonedas dentro de los bancos esté bien regulada, basándose en el principio de mismo riesgo, misma actividad, misma regulación, independientemente de la tecnología utilizada para la actividad". En opinión de Barr, la gente "puede llegar a creer que entiende los nuevos productos sólo para enterarse de que no es así".
Michael Hsu, Contralor de la Moneda en funciones en la conferencia anual de la Cámara de Compensación y el Instituto de Política Bancaria, mencionó las stablecoins y el colapso de Terra como ejemplo del potencial disruptivo de las criptomonedas. También señaló que la relación entre los bancos y las empresas fintech está evolucionando rápidamente y provocando una "desintegración" en el sector financiero.
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