Mientras el mundo se preparaba para las navidades del 1973 escuchando los éxitos de Pink Floyd y los niños preparaban sus cartas para Santa, el entonces Secretario de Estado de los Estados Unidos, Henry Kissinger, se dirigía a Riad para reunirse con el Rey Fáisal bin Abdulaziz y mover los hilos del poder mundial.
Decir hace 100 años que el mundo iba a cambiar luego de esa reunión en medio del árido desierto podía sonar como un disparate, pero allí, justamente en la calurosa capital del mayor país petrolero, nació el Petrodólar, el arma más poderosa de la Roma de nuestros tiempos.
Explicándolo de una forma muy simple, de la reunión entre Kissinger y Fáisal surgió que Arabia Saudita, vendería su producción petrolera en dólares estadounidenses, no pudiendo aceptar ninguna otra divisa internacional o nacional para dicha venta.