La Reserva Federal de los Estados Unidos volvió a subir las tasas en 0.75% en su esfuerzo para combatir la inflación. Ya estamos al nivel de 3.00%-3.25% y no es muy insensato asumir que para finales de año nos ubicaremos cerca de los 4.4% o más. Es posible que la inflación, de hecho, haya alcanzado su máximo durante el pasado mes de junio. Sin embargo, todavía tenemos mucho camino por recorrer. Esta inflación ha demostrado ser más testaruda de lo anticipado. Lo que implica que el ajuste del cinturón por parte de la Reserva, seguramente, seguirá por largo rato. En otras palabras, el panorama actual no es muy favorable para los activos de riesgo como Bitcoin.
Los inversores temen un entorno de alta inflación. Pero, al mismo tiempo, también temen una recesión. Claro que, sobre todo, temen a una recesión con alta inflación. La “estanflación” es obtener lo peor de los dos mundos. Por supuesto que no es lo que se quiere. Sin embargo, no siempre se obtiene lo que se quiere. Lo que sucederá, sucederá. Y, precisamente, ese es nuestro principal problema en estos momentos. No sabemos a ciencia cierta por lo que va a suceder. Entonces, los inversores están teniendo muchas dificultades para hacer pronósticos. Lo que, a su vez, hace la toma de decisiones una verdadera complicación. Mejor dicho, son tiempos de volatilidad e incertidumbre.
- Perspectiva sobre el precio de Bitcoin: 15/09