Los inversores de los mercados tradicionales no la tienen fácil en este momento con el S&P 500 perdiendo más del 15% en solo una semana, la peor desde la gran crisis financiera del 2008; año en el cual se creó Bitcoin y cuyo precio actualmente se mantiene en números verdes en lo que va de año.
El movimiento ha sido impresionante. Se han necesitado tan sólo siete sesiones de negociación para que el exclusivo índice de Wall Street caiga un -15.8% desde el máximo hasta el mínimo actual del viernes.
Y el problema por ahora no parece tener clara solución, ya que no es un problema económico o de liquidez que se puede arreglar con la intervención de la Reserva Federal por ejemplo, sino que es un problema de salud que hasta el momento parece estar fuera de control, agregando miedo a la mezcla de los indicadores en los principales mercados bursátiles del globo.