Después de varias semanas de drama, Elon Musk, finalmente, logró un acuerdo para comprar Twitter (NYSE:TWTR). Ya había logrado obtener una participación importante en la compañía. Se le ofrecía un puesto en la junta directiva. Pero Musk lo rechazó de plano. La intención era comprar toda la compañía. La compañía se defendió todo lo que pudo. Pero, en el último momento, la junta no tuvo más opción que aceptar la oferta. Tanto dinero tiene su encanto.
Al parecer, no se trata de una adquisición corporativa cualquiera. Elon ha declarado públicamente en varias ocasiones que en el fondo no le importa la economía del negocio. Es por “el bien de la humanidad”. “La libertad de expresión”.“La plaza pública”. Muy al estilo de Elon Musk. Nunca es sobre el dinero, la influencia, o el poder. Todo se hace por el “bien de la humanidad”. Claro que para obtener el financiamiento necesario para esta compra tuvo que usar como colateral acciones de Tesla (NASDAQ:TSLA). Entonces, por el bien de los inversores de Tesla, esperamos que “el bien de la humanidad” también sea rentable.
Por supuesto que los planteamientos de Musk son muy sensatos. Twitter ha tomado una actitud extremadamente puritana en lo que respecta a lo publicado por sus usuarios. ¿Será Elon Musk el gran ingeniero de la libertad de expresión? Se trata, por supuesto, de un sujeto brillante, exitoso y sumamente capaz. Eso no lo puede negar nadie. Pero, al mismo tiempo, también se trata de un personaje bastante infantil. Da la impresión que no es capaz de guardar silencio. Sus chistes, sus juegos y sus indiscreciones son muy conocidos en el mercado de las criptomonedas. Bien sabemos el efecto que sus tuits pueden tener en el mercado. Obvio que sufre de incontinencia verbal. De hecho, ha tenido problemas con las autoridades por su falta de prudencia en más de una ocasión. ¿Podrá aguantar la tentación de usar su nuevo trono para promover su agenda? Ahora es el guardián de la libertad de expresión de Internet. Nos toca confiar en él y en sus promesas.