Esta semana fue de fondo y rebote. Claro que la inflación (EEUU) se salió de control y la Reserva Federal de los Estados Unidos se ve en la obligación de retirar liquidez del sistema antes de lo anticipado. Por supuesto, la noticia no es nueva. Lo nuevo fue la reacción del mercado ante la publicación de las minutas de las reuniones de diciembre. Los inversores se precipitaron a pensar lo peor. En este caso, lo peor es un retiro de liquidez muy agresivo. No obstante, el discurso de Jerome Powell, director de la Reserva, ante el Congreso en el evento de su ratificación calmó a los mercados. Vimos a un Powell firme, pero moderado. Es decir, un Powell al mando y en control de la situación.
Esta montaña rusa de emociones no es atípica en tiempos de incertidumbre y coyunturas. Los inversores saltaron del pesimismo al oportunismo en cuestión de horas. Ahora estamos en un estado de nerviosismo muy inseguro. Estamos en un ambiente muy mixto. Y hay muchas señales contradictorias. Cierto que los datos de inflación nos mostraron números particularmente elevados, pero, al menos, no hubo sorpresas. O sea, los números cumplieron las expectativas. Algo muy similar ocurrió con los reportes del mercado laboral. De nuevo, señales mixtas. Lo que normalmente significa: volatilidad.
Obvio que tenemos un “Tech sell-off”. Y aquí podemos incluir a cripto como miembro honorario de este club. Tesla (NASDAQ:TSLA), Microsoft (NASDAQ:MSFT), Amazon (NASDAQ:AMZN), Apple (NASDAQ:AAPL), Google (NASDAQ:GOOGL), y Bitcoin son los primeros en sentir las consecuencias de una inflación fuera de control. Nasdaq, por ejemplo, ha bajado 5% en lo que va de año. ¡Ouch! Claro que no hay mal que dure cien años. Paciencia, paciencia y más paciencia…