Liz Truss anunció ayer que renunciaría como primera ministra del Reino Unido después de tan solo 6 semanas en el cargo. Su gestión pasó a la historia por su brevedad. Lo que es obviamente una humillación para ella y para el Partido Conservador (los tories). Boris Johnson salió debido a los tantos escándalos. Y ahora esto. En días tan delicados, parece el peor momento para tener una crisis política. Sin embargo, al parecer, los británicos no recibieron ese meme.
El colapso de Liz Truss se relaciona directamente con sus políticas económicas. Se fue demasiado a la derecha. Al tomar medidas económicas sumamente inapropiadas durante sus primeros días, la recién llegada generó mucha inestabilidad y preocupacion en los mercados. Actuó siguiendo ciegamente dogmas ochenteros. Pero no considero los efectos nocivos de esas medidas en el contexto actual. En medio de una crisis inflacionaria, reducir impuestos subiendo la deuda no es precisamente la mejor política fiscal. Claro que Liz, la breve, pagó su imprudencia con su renuncia. Aprendizaje: La idiosincrasia no siempre es pragmática.
La estabilidad de la libra esterlina es necesaria para la estabilidad de las demás divisas. O, dicho de otra manera, es bueno que la fortaleza (relativa) del dólar encuentre un techo. Y una crisis de esta naturaleza no ayuda mucho en este sentido. Los activos de riesgo como Bitcoin, en particular, se benefician bastante de un dólar mucho más débil.
Lea el artículo completo en Cointelegraph
