Santiago de Chile, 14 dic (.).- La economía brasileña registró un crecimiento anual en torno al 0,9 % en 2017, y prevé un 2,0 % para 2018, después de la fuerte recesión del 2015 y 2016, afirmó hoy la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Pese al estancamiento en la caída del producto interior bruto (PIB) de Brasil, los indicadores de demanda y producción no muestran una recuperación sostenida, precisó la Cepal.
El organismo de Naciones Unidas presentó este jueves, en Santiago de Chile, su Balance Preliminar de la Economía Regional, en el que explicó que el consumo y las inversiones brasileñas se mantienen por debajo de los niveles observados en 2014, previo a la crisis, al igual que la inversión pública, que sufrió este año una significa reducción.
El informe detalló que la noticia positiva la entregaron las exportaciones, que aún con una recuperación de las importaciones, dejaron un superávit récord en la balanza de bienes y una reducción del déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos.
El desempleo llegó al nivel más alto en marzo de este año y desde entonces se ha reducido, pero esa mejora es el reflejo del incremento de la ocupación de trabajadores informales y por cuenta propia.
Pese a los esfuerzos del ajuste fiscal, el déficit público sigue elevado y la deuda aumenta, mientras la inflación mantuvo su trayectoria de reducción, en un contexto de baja actividad económica y récord de cosechas agrícolas.
La agenda fiscal sigue formando parte del enfoque principal de la política económica, que busca cambios estructurales en el Estado brasileño; nuevos ingresos y un recorte de los gastos públicos para "enfrentar el problema", sostuvo la Cepal.
En esta línea, el Gobierno impuso un límite constitucional a la expansión de gastos públicos primarios y por 20 años éstos no podrán crecer más que la inflación del año anterior, con el propósito de reducir el gasto primario como proporción del PIB e impactar en los gastos sociales y las inversiones, entre otros.
El tipo de cambio mantuvo en 2017 un grado de volatilidad en respuesta a distintos eventos políticos e incertidumbres, no obstante la caída de la tasa de interés no ha generado una tendencia de devaluación de la moneda local, pues se mantienen diferenciales entre Brasil y otros centros financieros del mundo.
El PIB por habitante cerrará con una subida marginal del 0,1 % en 2017, mientras la inflación debería terminar el año con una tasa del 2,7 % y el desempleo en un 14,5 %, que representa un aumento del 1,5 % respecto del año anterior.
La balanza de pagos cerrará con un déficit de 11.938 millones de dólares en la cuenta corriente y un superávit de 27.105 millones en la cuenta de capital y financiera.
Para el 2018, la Cepal prevé que la economía brasileña crezca un 2,0 %, tras demostrar este año su capacidad de responder a estímulos de crecimiento.
En caso de que en el escenario externo los precios de los productos básicos continúen favorables y no haya movimientos especulativos en los flujos de capitales por tensiones políticas, se pueden esperar signos positivos para el próximo año.