Arantxa Iñiguez
Fráncfort (Alemania), 14 dic (.).- El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, se mostró hoy mucho más optimista respecto al crecimiento de la zona euro, que será "sustancialmente" mayor de lo que se había pronosticado, pero no tanto sobre los precios, que todavía tardarán en subir lo suficiente, en su opinión.
Draghi dijo hoy que el BCE ha revisado notablemente al alza sus previsiones de crecimiento hasta 2019 y las de inflación también, si bien en este caso lo ha hecho en menor medida.
La entidad pronostica ahora un crecimiento de la zona del euro del 2,4 % este año (dos décimas por encima del 2,2 % previsto en septiembre) con una inflación del 1,5 % (sin cambios respecto a su anterior estimación).
Para el 2018 la revisión al alza del PIB es, incluso, mucho mayor, de cinco décimas, hasta situarla en el 2,3 %, con una inflación del 1,4 % (frente al 1,2 % previsto con anterioridad) y para el 2019 un crecimiento del 1,9 % (preveía el 1,7 % en septiembre) y una inflación del 1,5 % (sin cambios).
Las previsiones incluyen los primeros cálculos para el 2020, cuando el BCE prevé un crecimiento del 1,7 % con una inflación del 1,7 %.
De este modo, la autoridad monetaria va a seguir sin lograr su objetivo de inflación, que es una tasa algo por debajo del 2 %.
Pero Draghi dijo que es más importante el "ritmo de convergencia" que la tasa de inflación se acerque a ese objetivo.
El crecimiento del PIB va seguir "robusto a corto plazo, en línea con niveles muy elevados de confianza empresarial y del consumidor", según el BCE.
La entidad también destacó que las condiciones del mercado laboral han mejorado en los últimos meses, incluso, con más rapidez de lo esperado.
La tasa de desempleo se situó en el 9 % en el tercer trimestre, el nivel más bajo desde finales de 2008.
Previamente el Consejo de Gobierno del BCE decidió mantener el precio del dinero en el 0 % y confirmó que seguirá comprando deuda pública y privada de la zona del euro a partir de enero de 2018 por valor de 30.000 millones de euros mensuales durante nueve meses más.
El BCE sigue también dispuesto a aumentar el programa de expansión cuantitativa si la situación empeorara.
La Reserva Federal (Fed) aumentó ayer el precio del dinero un cuarto de punto hasta dejarlo en una banda de entre el 1,25 % y el 1,50 %, en la que supuso la tercera subida este año y la quinta desde diciembre de 2015, cuando comenzó a incrementarlo de nuevo tras la crisis financiera.
También avanzó tres subidas más para 2018, dos para 2019 y otras dos para 2020.
El Banco de Inglaterra mantuvo hoy en el 0,50 % los tipos de interés en el Reino Unido, tras haberlos subido el pasado 2 de noviembre por primera vez en un decenio.
Draghi consideró que se puede decir claramente que "el riesgo de deflación ha desaparecido y que la posibilidad de que la inflación se sitúe en niveles bajos en torno al 0,5 %, como en meses pasados, es más baja".
"Pero yo no iría más allá de esto", dijo el presidente del BCE para justificar la necesidad de mantener los estímulos monetarios en la zona del euro y esperar a que suba más la inflación a diferencia de lo que hacen otros bancos centrales.
El banquero italiano también explicó que el Consejo de Gobierno quiere mantener abierto el final del programa de estímulos monetarios y no publicar una fecha concreta de cuándo dejarán de comparar deuda.
Las actas de la reunión de finales de octubre mostraron que algunos miembros del Consejo de Gobierno querían una fecha concreta pero Draghi no entró hoy en esas controversias.
El BCE deja la puerta abierta para continuar el programa de expansión cuantitativa en el cuarto trimestre de 2018 y no subirá los tipos de interés antes de primavera o verano de 2019, según prevén algunos analistas.
"Nunca hemos discutido si vamos a pasar de 30.000 millones de euros a 0", dijo Draghi tras la reunión de hoy.
El economista jefe de UniCredit (MI:CRDI), Erik F. Nielsen, prevé que antes de finales de 2019 ya no habrá tipos de interés negativos.
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