París, 11 ene (EFE).- Dos de los tres directivos del constructor Renault sospechosos de espionaje industrial tenían sendas cuentas bancarias en Liechtenstein y en Suiza, con 130.000 euros y 500.000 euros respectivamente, ingresados por una empresa china con sede en Pekín, según informa en su página web el diario Le Figaro.
La China Power Grid Corporation, "quizás un gigante de la distribución eléctrica", es la empresa que está tras esta red de espionaje, que los altos mandos de Renault investigaban de manera privada desde el pasado agosto, con la intención inicial de resolver el caso con toda discreción, aseguró el rotativo.
Preguntados sobre la cuestión, los portavoces del fabricante prefirieron no hacer comentarios, agregó.
El dinero llegó a las cuentas bancarias citadas tras haber transitado por diversos intermediarios vía Shangai y Malta, explicó el diario.
Señaló, asimismo, que según sus fuentes, y contrariamente a lo afirmado por el número dos de Renault, Patrick Pélata, este fin de semana, en el vespertino "Le Monde", no hay aún "una visión clara del conjunto de las informaciones susceptibles de haber sido transmitidas por los supuestos espías".
En "Le Monde", el director general de Renault citó la existencia de una "filial organizada internacional", pero aseguró estar sereno porque no se había perdido "ninguna pepita tecnológica".
Aunque Pélata no aludió a la pista china, Le Figaro recuerda esta quedó confirmada en "una nota de la Dirección Central de la Información Interior fechada el 7 de enero pasado".
"Por el momento sólo se trata de un conjunto de sospechas convergentes que el contraespionaje francés" deberá estudiar en cuanto se le encargue oficialmente la investigación judicial, añadió.
La subdirección de la protección económica de la DCRI está en alerta, aunque sólo ha hecho hasta ahora "cierto número de verificaciones" a la espera de que Renault presente una querella, que ya no puede tardar, consideró el diario.
Agregó que los servicios especializados de la policía se enteraron por la prensa del caso y contactaron a sus colegas de la Dirección General de la Seguridad Exterior (DGSE) que tampoco sabían nada sobre el tema.
Una filtración a la prensa hizo que tras ser seguidos durante meses, los tres supuestos espías fuesen informados de ello el pasado 3 de enero a primeras horas de la mañana, cuando al llegar a sus despachos se les comunicó que habían sido apartados de sus funciones y se les requisó su material informático.
También la semana pasada, Renault se puso en contacto con el contraespionaje francés, explicó Le Figaro.
El constructor prevé contar con dos modelos eléctricos en el mercado a mediados de este año, la berlina familiar Fluence y el utilitario Kangoo Express, y luego planea presentar el Twizy, que se fabricará en la planta española de Valladolid, y el Zoe, entre el segundo semestre de 2011 y mediados de 2012. EFE