Bruselas, 13 oct (EFE).- La Comisión Europea (CE) es partidaria
de mantener, en principio durante quince meses más, los aranceles
que aplica desde finales de 2006 a los zapatos de cuero fabricados
en China y Vietnam para frenar el "dumping" (venta por debajo del
precio de coste) desde esos dos países.
El Ejecutivo de la UE ha planteado la extensión de esa medida de
castigo tras concluir después de una revisión que ha durado casi un
año, que "no hay razones de peso" para retirarla, según un borrador
de propuesta al que ha tenido acceso EFE y que todavía no es
definitivo.
Los Veintisiete gravan desde octubre de 2006 las importaciones de
calzado de cuero procedentes de China (con un tipo del 16,5%) y
Vietnam (10%), incluidos los zapatos infantiles pero no los
deportivos de alta tecnología.
La medida, que entró en vigor para un periodo de dos años y que
se ha seguido aplicando durante la revisión de su efectividad,
generó un encendido debate en el Consejo de la UE y tardó meses en
salir adelante, debido a la división de los Estados miembros en dos
bloques bien diferenciados.
Por un lado se situaron los partidarios de la penalización
arancelaria, como España e Italia, donde hay industria fabricante de
calzado y, por otro, aquellos que, como Alemania y los escandinavos,
cuentan con grandes grupos de distribución.
Bruselas determinó la existencia de "dumping" tanto en las
importaciones de China como las de Vietnam al detectar intervención
estatal en la producción de calzado, con subsidios ocultos, en forma
de créditos a tipos de interés por debajo del mercado, coste del
suelo más bajo, evaluación de activos inadecuada y moratorias
fiscales.
Según los cálculos de la Comisión, este apoyo público permite a
los fabricantes de los dos países exportar sus productos a la UE por
debajo del precio de producción, en torno al 80 por ciento de su
valor real en el caso de China y cerca del 50 por ciento para
Vietnam.
Antes de proponer formalmente a los países la prolongación de los
aranceles, el Ejecutivo comunitario ha abierto un periodo de
consulta con las partes interesadas -la industria comunitaria,
principalmente-.
Fuentes de la Comisión indicaron que, una vez conocida la
posición de los fabricantes, se adoptará una decisión definitiva
sobre si solicitar o no la extensión de las medidas, lo que
sucederá, previsiblemente, a principios de noviembre.
En su análisis, los expertos comunitarios reconocen que en el
actual contexto de crisis económica el efecto de los aranceles puede
ser ahora mayor que en el pasado, pero descarta un impacto
desproporcionado para la industria dada la fortaleza y flexibilidad
de los importadores europeos y la capacidad de los distribuidores de
diversificar sus compras.
También recalcan que la introducción de las medidas "antidumping"
no trajo consigo un aumento significativo de los precios finales de
los zapatos en el mercado europeo y ve improbable que suceda en el
futuro.
En el caso de España, según los datos recogidos por Bruselas, el
precio del calzado subió de media entre 2005 y 2008 el 3,3% en el
caso de los modelos infantiles, el 3,7% los de mujer y el 4,1% los
de hombre.
Pero por parte de la industria, la Alianza Europea de fabricantes
de calzado (EFA) insiste en reclamar que se ponga fin a los
aranceles, pues perjudican tanto a los consumidores como a los
distribuidores y minoristas.
Esta organización, que agrupa a alrededor de 2.000 empresas de
toda la UE, hace hincapié en que los aranceles han provocado una
significativa caída de las importaciones a la UE de calzado de China
y Vietnam, en paralelo a un aumento medio de los precios superior al
10%. EFE