Juan Palop
Berlín, 23 oct (EFE).- El Gobierno alemán argumentó hoy que la economía nacional va a crecer de forma sólida en 2014 tras dos años de avances raquíticos gracias a sus propias fortalezas, ya que no espera impulsos significativos de la eurozona o los emergentes.
El Ministerio de Economía indicó que tras el crecimiento del 0,5 % del producto interior bruto (PIB) que estima para este año, la mayor economía europea repuntará el año que viene un 1,7 % -un 0,1 % más de lo que pronosticó en abril-, a lomos del tirón de la inversión empresarial y la demanda interna.
"La economía alemana se encuentra de nuevo en una trayectoria de crecimiento económico sólido. Los pilares que fundamentan el crecimiento son fuerzas económicas internas", recalcó el ministro de Economía en funciones, Philipp Rösler, al presentar el tradicional informe de otoño de previsiones macroeconómicas.
A su juicio, "el ánimo de los empresarios alemanes es bueno", porque están volviendo a invertir de forma decidida en bienes de equipo e infraestructura tras el parón provocado por el miedo a la crisis, y "la ocupación y los salarios siguen subiendo de forma notable", espoleando el consumo privado.
El documento prevé que tras la caída del 1,3 % de este ejercicio, las inversiones repunten un 4,3 % el que viene, y considera que Alemania se mantendrá en mínimos de desempleo en 2014 y logrará un nuevo récord en ocupación.
La tasa de desempleo se situará este ejercicio en el 6,9 % (2,95 millones de parados) y en el 6,8 % (2,93 millones) el próximo, mientras que la población con trabajo crecerá en 235.000 individuos este año y 180.000 el que viene, con lo que la población activa alcanzará por primera vez los 42 millones.
Los salarios netos reales se incrementarán un 0,6 % este año, según las estimaciones oficiales, y un 0,9 % el próximo ejercicio, mientras que la renta disponible crecerá un 2,1 % y un 2,9 %, respectivamente.
"La base de este éxito la han aportado nuestras empresas y trabajadores. Pero también el gobierno federal ha realizado su aportación en la legislatura pasada", aseguró Rösler, que con seguridad no repetirá al frente de Economía pues su formación, el partido liberal (FDP), no ha entrado en el nuevo Bundestag (cámara baja).
Frente a este optimismo con respecto a los impulsos internos, las estimaciones del sector exterior confirman que Alemania, una economía eminentemente exportadora, no puede fiar su crecimiento a corto y medio plazo a los impulsos exteriores.
El Ministerio de Economía prevé que el sector exterior contribuya negativamente al PIB alemán en los dos años analizados: las exportaciones se incrementarán en un 0,3 % y un 3,8 % en 2013 y 2014, respectivamente, frente al avance del 1,1 % y del 4,5 % de las importaciones.
Asimismo, el Ministerio de Economía prevé que el alza de precios siga una tendencia moderada en Alemania y que la inflación se incremente en un 1,5 % este año y un 1,8 % el próximo, por debajo del objetivo a medio plazo del 2 % fijado por el Banco Central Europeo (BCE).
El documento del Ejecutivo alemán no aporta previsiones de déficit público, aunque Rösler aseguró que siguen vigentes los pronósticos oficiales para lograr un ligero superávit en ambos ejercicios.
Las proyecciones macroeconómicas del Gobierno alemán, tildadas de "prudentes" por Rösler en varias ocasiones, no difieren demasiado de las difundidas en las últimas semanas por los principales institutos de estudios económicos del país.
En este extenso informe se estimaba que el producto interior bruto (PIB) de la mayor economía europea avance un 0,4 % este ejercicio y un 1,8 % el que viene.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), por su parte, previó en su último informe sobre Alemania que la mayor economía europea crecerá un 1,4 % el año que viene.
El PIB alemán creció un 0,7 % el pasado ejercicio, tras el repunte del 3,6 % de 2011. EFE
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