Buenos Aires, 19 mar (.).- Argentina elevó este sábado las alícuotas de los derechos de exportación que el Estado cobra a las colocaciones de harina y aceite de soja del 31 al 33 %, productos del que el país es el primer exportador mundial, con cuya recaudación habrá un “fondo estabilizador del trigo” para estabilizar el precio que pagan los molinos.
A través del decreto 131, el Gobierno de Alberto Fernández suspendió hasta el 31 de diciembre próximo un decreto de 2020 -el 790- en el que se reducía las alícuotas de exportación de harina y aceite de soja al 31 %, lo que implica volver a poner en vigencia el valor de 33 %.
Con la publicación del decreto 132, el Gobierno argentino creó el “Fondo Estabilizador del Trigo Argentino” con el objetivo de “estabilizar el costo de la tonelada de trigo que compran los molinos argentinos” y que será conformado como un fideicomiso compuesto por los recursos resultantes de la subida temporal de los derechos de exportación del aceite y harina de soja establecidos este mismo sábado.
Las medidas se enmarcan en la llamada “guerra contra la inflación” que Fernández anunció que comenzaría el viernes pasado y que consiste en medidas que se irán implementando y que sus ministros informarán diariamente.
Los precios al consumidor en Argentina se aceleraron en febrero último al 52,3 % interanual y al 4,7 % mensual, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
La inflación de febrero se vio impulsada por una fuerte subida en los precios de alimentos y bebidas, del 7,5 % mensual y 55,8 % en términos interanuales, empujando el coste de la cesta alimentaria y, por ende, impactando negativamente en los índices de pobreza e indigencia, ya muy altos en Argentina.
Fernández dijo en un discurso el viernes pasado que la inflación es un “fenómeno histórico” en Argentina que la guerra en Ucrania “agrava” por el aumento del precio de las materias primas y se refirió al aumento del precio del trigo que impacta en el precio del pan, los fideos y la harina para consumo interno.