Seúl, 31 oct (.).- Samsung Electronics (KS:005930) vio reducido a la mitad su beneficio en el tercer trimestre ante la persistente caída de precios de los semiconductores, aunque la empresa apunta a un mejor rendimiento en 2020 gracias a la recuperación de la demanda.
Samsung Electronics redujo su beneficio neto en julio-septiembre un 52,1 % interanual hasta los 6,29 billones de wones (unos 4.842 millones de euros/5.401 millones de dólares), principalmente por el abaratamiento de los chips.
La ganancia operativa del gigante surcoreano retrocedió un 55,7 % interanual hasta los 7,8 billones de wones (6.004 millones de euros/6.697 millones de dólares), mientras que su beneficio bruto de explotación (ebitda) fue de 8,62 billones de wones (6.639 millones de euros/7.406 millones de dólares), un 52 % menos que hace un año.
A su vez, la empresa facturó en dicho período 62 billones de wones (47.767 millones de .303 millones de dólares), lo que supone un 5,3 % menos que en el mismo trimestre de 2018.
En cuanto al acumulado en los tres primeros trimestres de este año respecto al mismo período del año pasado, Samsung informó de que sus ventas bajaron un 7,6 %, hasta 170,52 billones de wones (130.672 millones de .010 millones de dólares)
Además, en los primeros tres trimestres de este año respecto al período enero-septiembre de 2018, el beneficio operativo cayó un 57 %, hasta 20,61 billones de wones (15.801 millones de .659 millones de dólares).
Julio-septiembre supone el cuarto trimestre consecutivo en el que la empresa ve un retroceso de su beneficio operativo debido al desplome que han venido sufriendo los precios de los microchips, en parte por la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
Pero en todo caso, los resultados estuvieron ligeramente por encima de los pronósticos que la propia empresa publicó a principios de este mes.
Además, mostraron que el gigante tecnológico fue capaz de compensar la ralentización de su sector de semiconductores, su principal rama de negocio (llega a copar dos terceras partes de su facturación), con la mejora de su brazo de telefonía y de pantallas OLED.
La división de telefonía y dispositivos móviles mostró en el tercer trimestre un incremento de la ganancia operativa del 31,5 % interanual y un avance del 17 % en su facturación, hasta los 29,25 billones de wones (21.681 millones de .214 millones de dólares).
En todo caso, el mayor fabricante mundial de chips de memoria aseguró en su presentación de resultados que la demanda en el sector de semiconductores creció en el tercer trimestre gracias a que sus clientes apostaron por incrementar inventarios.
Esto hace referencia tanto a memorias DRAM, empleadas en teléfonos móviles, como a las NAND, usadas en centros de datos.
Samsung espera que la demanda siga incrementándose poco a poco en el cuarto trimestre, momento en el que pretende comenzar a producir en masa los chips V-NAND de sexta generación.
Para 2020 espera que "la demanda sea sólida", aunque advierte de que "es probable que persista la incertidumbre debido a problemas en el entorno externo" de la compañía.
Con esto, la empresa con sede en Suwon (al sur de Seúl), no solo hace aparente referencia al avance de las políticas proteccionistas o a la ralentización económica global, ya que el vicepresidente de la empresa y líder de facto de todo el grupo Samsung, Lee Jae-yong, encara de nuevo la posibilidad de ir a la cárcel por corrupción.
Esta misma semana Lee acudió a una primera vista después de que el Supremo surcoreano ordenara en agosto repetir su caso por una serie de tecnicismos.
Lee fue condenado a cinco años de prisión en 2017 por sobornar a Park Geun-hye, la que fuera presidenta de Corea del Sur (2013-2017), para obtener favores del Gobierno en su consolidación como máximo responsable del grupo, pero en febrero de 2018 un tribunal de apelación redujo su condena y le permitió abandonar la cárcel.
Sin embargo, el que el Supremo le haya imputado ahora nuevos cargos al considerar que pagó más sobornos de los estimados inicialmente en el marco del caso apuntan a la posibilidad de que tenga que volver a prisión, algo que nuevamente amenaza la estabilidad del conglomerado que genera el 20 % del PIB surcoreano.