Caracas, 11 dic (EFE).- El presidente venezolano, Hugo Chávez,
dijo hoy que su Gobierno pretende tomar el control de las empresas
en el exterior propiedad de los dueños de los siete pequeños bancos
cerrados la semana pasada por irregularidades en su gestión.
El Gobierno "revolucionario" y socialista inició el pasado "2 de
diciembre" la "recuperación" de algunas de esas empresas en
Venezuela, que superan el medio centenar y pertenecen a los sectores
de alimentos, seguros y distribución, recordó el mandatario.
"Habrá que ir incluso por empresas en el exterior, por cuentas
(bancarias) que hay en el exterior", aseveró Chávez, en un acto
oficial transmitido en cadena nacional obligatoria de radio y
televisión.
Durante el acto, el jefe del Estado hizo varios contactos en
directo con jefes militares que ocuparon varias de esas propiedades,
entre ellas una empresa de almacenamiento y transporte en el estado
occidental de Portuguesa.
Esa firma cuenta con "751" camiones de carga que "ahora pasan al
Estado para fortalecer el sector público productivo" y una nómina de
"652 trabajadores, que tienen garantizados sus derechos", declaró
Chávez.
Hasta ahora, el Ejecutivo ha tomado el control de once empresas
en el estado de Portuguesa, todas pertenecientes al grupo
propietario de cuatro de los bancos intervenidos, dos de los cuales
están siendo liquidados por el Gobierno.
El mayor accionista de los cuatro bancos, Ricardo Fernández
Barruecos, está detenido desde el pasado 20 de noviembre, y posee
más de 40 empresas, varias de ellas proveedoras, hasta la semana
pasada, de las redes públicas de distribución de alimentos Mercal y
Pdval.
Además de Fernández Barruecos están detenidos otros ocho
ejecutivos de los siete bancos intervenidos, mientras que las
órdenes de aprehensión se elevan a 30, nueve de ellas con "difusión
roja" a través de la Interpol, según las fuentes oficiales.
Uno de los ejecutivos detenidos es Arné Chacón, presidente del
pequeño Banco Real y hermano del ministro de Ciencia y Tecnología,
Jesse Chacón, quien salió del cargo el domingo para "demostrar que
no tiene ninguna vinculación" con las irregularidades bancarias.
El caso de los bancos ha desatado una lluvia de denuncias sobre
una presunta trama de corrupción, amparadas en el hecho de que los
principales accionistas de las instituciones afectadas pertenecerían
a círculos oficialistas, de los cuales se valieron para amasar en
menos de una década sus inmensas fortunas.
Chávez reiteró hoy que "el peso de la ley caerá donde tenga que
caer", en respuesta a las denuncias opositoras de que los
administradores de los bancos cerrados pudieron realizar todos sus
desmanes solo con la complicidad de funcionarios públicos.
El jefe del Estado también sostuvo que su Gobierno busca
"incrementar los mecanismo de regulación y de control" del sistema
financiero para que no se repitan situaciones como la que afectó a
los siete pequeños bancos, que representaban menos del 7 por ciento
de los depósitos del sistema.
En ese sentido, expresó que está de acuerdo en que se eleve del
vigente 0,5 por ciento al "1,5 por ciento" el aporte de la banca al
Fondo de Garantías de Depósitos (Fogade), una de las reformas a la
Ley de Bancos que discute actualmente el Parlamento venezolano.
El aumento del aporte de los bancos a Fogade permitirá subir los
depósitos garantizados por el Estado de los actuales 10.000
bolívares (4.651 dólares) a 30.000 bolívares (13.953 dólares),
explicó el gobernante.
Durante el acto oficial, el mandatario siguió con la entrega a
los clientes de los siete bancos cerrados de los depósitos
garantizados por el Estado, un beneficio del que gozarán más del 85
por ciento de los afectados. EFE