Fráncfort (Alemania), 9 ene (EFE).- El Comité de Estabilidad
Financiera (FSB según sus siglas en inglés) observa signos de
recuperación en el sistema financiero global, pero constata que la
situación no es tan buena como creen los mercados.
Al final de una reunión en la sede del Banco de Pagos
Internacionales (BPI) en la ciudad suiza de Basilea hoy, el director
del FSB, Mario Draghi, señaló que "la situación general ha mejorado,
más de lo que podíamos esperar hace un año, pero, al mismo tiempo,
no es tan buena como consideran los mercados".
"Es cierto que los bancos tienen mejor acceso al capital privado,
su rentabilidad ha mejorado significativamente y también las
condiciones para encontrar liquidez, pero al mismo tiempo hay mucha
fragilidad es en el sistema", dijo Draghi.
Añadió que esta debilidad radica en que la mayor parte de la
recuperación "se debe a los estímulos monetarios y fiscales
implementados y en que las necesidades de refinanciación del sistema
bancario y las empresas en los próximos dos o tres años son
inmensas".
A su vez, las necesidades financieras de los gobiernos van a ser
muy elevadas en los próximos años y ello junto con cambios en la
percepción de los mercados de los riesgos soberanos crea una gran
fragilidad en el sistema.
El FSB, establecido en abril de 2009 como sucesor del Foro de
Estabilidad Financiera, consideró que la fortaleza de la
recuperación es muy diferente entre mercados e instituciones y que
es importante que la liquidez y el capital riesgo apoyen el crédito
en sectores que contribuyan a lograr una economía real más fuerte,
que incluya las pymes.
Acordó la creación de un "marco para fortalecer la adherencia a
los estándares internacionales y revisó las condiciones actuales y
el ajuste en el sistema financiero".
"Las condiciones financieras se han fortalecido en un grupo de
mercados en los últimos meses. Para muchas instituciones financieras
el acceso a la liquidez y el capital ha mejorado", según el FSB.
A la reunión del FSB asistieron los países miembros del G-20,
además de España, Suiza, Holanda, Hong Kong y Singapur. Los países
están representados por sus bancos centrales, autoridades de
supervisión financiera, así como por los ministros de Finanzas.
Los bancos comerciales no participaron en la reunión, ya que no
son miembros del FSB, pero serán invitados en otros encuentros, dijo
Draghi.
Al mismo tiempo, los bancos centrales del G-10 y otros países
industrializados y emergentes se reúnen este fin de semana y el
lunes en la sede del BPI para discutir la situación actual en el
sector financiero, en un encuentro al que han invitado a los
consejeros delegados de los grandes bancos privados como es habitual
en la cita de enero.
El BPI, que fue fundado el 17 de mayo de 1930, fomenta la
cooperación monetaria y financiera internacional y actúa como banco
para los bancos centrales que son sus clientes. EFE