Tokio, 26 ene (EFE).- El Banco de Japón (BOJ) decidió hoy, por
unanimidad, dejar los tipos de interés en el 0,1 por ciento, como
esperaban los analistas, y mantuvo además su pronóstico de tres años
de deflación para la economía nipona.
Al informar de su decisión, la institución monetaria modificó más
ligeramente sus previsiones para la segunda economía del mundo, en
cuanto a crecimiento y comportamiento de los precios.
"El ritmo de mejora de la economía seguirá siendo moderado hasta
alrededor de la mitad del año fiscal 2010", que concluye en marzo de
2011, apuntó la entidad emisora, para la que el gran reto actual de
Japón es "superar la deflación y regresar a un crecimiento
sostenible con estabilidad de precios".
El BOJ espera que el Producto Interior Bruto (PIB) nipón baje
este año un 2,5 por ciento, en lugar del 3,2 por ciento que avanzaba
en octubre de 2009, según informó en un comunicado.
Para el ejercicio 2010, el BOJ prevé que el PIB de Japón retorne
a la senda positiva, un crecimiento del 1,3 por ciento frente al 1,2
por ciento que auguraba hace tres meses, mientras para 2011 mantuvo
su pronóstico de aumento del 2,1 por ciento.
La presión deflacionaria que vive la segunda economía del mundo
influyó hoy para que la entidad emisora nipona no haya decidido
modificar los tipos de interés en la reunión de dos días que celebró
en Tokio su comité monetario.
La caída de los precios continuará en Japón hasta el ejercicio
fiscal de 2011, que concluirá en marzo de 2012, según los
pronósticos divulgados hoy por el BOJ.
En su comunicado, el Banco de Japón explica que la economía "está
mejorando sobre todo por las medidas tomadas en Japón y en el
exterior, pero de momento ese impulso no es suficiente para
respaldar una recuperación de la demanda interna por sí misma".
El banco central nipón indicó, además, que en las actuales
circunstancias seguirá aplicando una política monetaria acorde con
las actuales circunstancias del entorno financiero, en alusión a que
no prevé un cambio de los tipos de interés en un futuro inminente.
EFE