Washington, 31 ene (EFE).- El presidente de EE.UU., Barack Obama,
presentará mañana los presupuestos federales para el año fiscal
2011, que se espera incluyan la congelación de varios programas con
el fin de atajar el galopante déficit en el país.
Obama dijo el miércoles, durante el discurso sobre el Estado de
la Unión, estar preparado para congelar el gasto gubernamental
durante tres años.
Adelantó que esos recortes no afectarán a los programas de
seguridad nacional, la cobertura médica para ancianos y personas
pobres y la Seguridad Social, pero sí "todos los otros programas
discrecionales".
"Ya hemos identificado 20.000 millones de dólares en ahorros para
el próximo año", subrayó el presidente, quien volvió a insistir,
durante su tradicional discurso radiofónico de los sábados, en la
importancia de reducir los números rojos.
"Es crucial que frenemos el déficit presupuestario que hemos
venido acumulando durante demasiado tiempo", explicó Obama durante
su discurso, en el que recordó que compatibilizará ese objetivo con
la prioridad número uno de su Gobierno para este año: la creación de
empleos.
El director de comunicación de la Casa Blanca, Dan Pfeiffer,
adelantó el sábado algunos de talles de estos recortes en su blog
como terminar con un plan para limpiar antiguas minas de carbón
abandonadas y un programa de Parques Nacionales, o eliminar un
programa de crédito por pago de impuestos.
Otra de las propuestas es concentrar 38 programas del
Departamento de Educación a 11,por considerar que el actual sistema
está "fragmentado" y "no es efectivo", lo que dará más flexibilidad
a los estados y distritos escolares para distribuir las becas y
también se les pedirá mayor responsabilidad.
Además, según adelantó la prensa estadounidense esta semana, la
NASA tendrá que suspender algunos programas como el Constellation,
con el que Estados Unidos planeaba volver a hacer un viaje tripulado
a la Luna.
"El presidente cree que debemos ser honestos sobre lo que
funciona y lo que no y que tomar decisiones difíciles sobre qué
programas financiar y cuáles reducir o suspender es parte de
gobernar", señaló Pfeiffer.
Pfeiffer recordó que el pasado año Obama propuso recortar o
retirar 121 programas para ahorrar aproximadamente 17.000 millones
de dólares al año, aunque el Congreso sólo aprobó una reducción de
los planes que permitió un ahorro de 6.800 millones, el 60 por
ciento de la propuesta.
Los votantes estadounidenses dan la razón a Obama en lo que al
déficit se refiere.
Así, un sondeo publicado esta semana por el Centro Pew muestra
que el 60 de la población considera que la reducción del déficit
debe de ser una de las principales prioridades de 2010, frente al 53
por ciento que dijo lo mismo el año pasado.
No está claro, de todos modos, que los recortes que preparan
Obama y su equipo tengan un impacto sustancial sobre un déficit
presupuestario que alcanza ya los 1,4 billones de dólares.
En ese sentido, el diario The Wall Street Journal adelantaba esta
semana que la citada congelación de gastos durante un periodo de
tres años implicaría ahorros de 447.000 millones de dólares,
equivalente al 17 por ciento del presupuesto federal.
Según el Journal, esos ahorros quedarán probablemente
neutralizados por el aumento en los desembolsos en aquellos
apartados de los gastos discrecionales que EE.UU. planea mantener
intactos.
"Dado el gasto sin precedentes de los demócratas de Washington
esto es como anunciar que uno se pone a dieta después de haber
ganado un concurso para comer pasteles", afirmó el martes el
portavoz de John Boehner, líder de la minoría republicana en la
Cámara de Representantes.
La Casa Blanca reconoce, por su parte, que los recortes afectarán
tan solo a una pequeña parte del gasto, pero insiste en que la
disciplina fiscal tiene que empezar por alguna parte.
La residencia oficial sostiene, además, haber alcanzado un 60 por
ciento de los recortes por valor de 11,5 billones de dólares
previstos para el presente año fiscal, que acaba en septiembre.
El objetivo de Obama es reducir el déficit desde el 10 por ciento
del Producto Interior Bruto (PIB) a la mitad para el año 2013, lo
que todavía representaría unos 800.000 millones de dólares.
El déficit federal estadounidense sólo ha subido por encima del
cinco por ciento del PIB en cuatro ocasiones desde finales de la II
Guerra Mundial.
Los demócratas quieren restaurar la disciplina fiscal que se
olvidó durante la presidencia de George W. Bush (2001-2009), pero
insisten también en la necesidad de actuar con cautela hasta que la
economía vuelva a pisar terreno firme.
Para determinar la mejor forma de operar en ese frente, Obama ha
propuesto formar una Comisión Fiscal bipartidista, un panel de
demócratas y republicanos dedicado a formular propuestas concretas
para reducir el déficit. EFE