María Gómez Silva
Bruselas, 12 may (EFE).- La Comisión Europea (CE) presentó hoy su
receta para prevenir futuras crisis, que incluye un endurecimiento
de las sanciones a los países con déficit públicos reincidentes y el
envío de los presupuestos nacionales a Bruselas, para que sean
evaluados antes de su aprobación en los respectivos parlamentos.
Las iniciativas, que también buscan acortar las divergencias de
competitividad entre los socios y poner en marcha un mecanismo de
resolución de crisis más allá de los aprobados recientemente para
rescatar a Grecia y blindar el euro, han cobrado relevancia a la luz
de los últimos acontecimientos, que han dejado al descubierto la
necesidad de reforzar el pilar económico de la unión monetaria.
Así, de lograr el respaldo de los Veintisiete, estas reformas
supondrían el mayor avance para lograr un auténtico gobierno
económico en la Unión Europea desde el lanzamiento del euro, en
1999.
La iniciativa de endurecer el Pacto de Estabilidad y Crecimiento,
que obliga a los estados a mantener su déficit por debajo del 3% del
PIB, también es una de las principales exigencias esgrimidas por
Alemania desde que estalló la crisis de deuda en Grecia, en octubre,
hasta que se aprobó el plan para blindar el euro, el domingo pasado.
Esto supone un giro radical, si se tiene en cuenta que fueron
Alemania y Francia las que forzaron una suavización de las reglas
del pacto, después de provocar la suspensión de un procedimiento
sancionador contra ellas en 2003.
"Tenemos que demostrar que somos serios en cuanto a las reformas
necesarias. Tenemos que ir a la raíz de los problemas", dijo un
enfático José Manuel Durão Barroso, presidente de la Comisión
Europea, durante la presentación de su plan.
Barroso reconoció que estas medidas no "están de moda" entre
algunos gobiernos, temerosos de ver mermada la soberanía nacional,
pero argumentó que la crisis ha demostrado la enorme
interdependencia de los países, por lo que la coordinación de las
políticas económicas "es una cuestión de responsabilidad y de
sentido común".
"Lo hemos visto en esta crisis. Lo ocurrido en un país que no
representa más que el 2% del PIB de la zona euro (Grecia), ha tenido
consecuencias enormes sobre el resto de los países", añadió el
dirigente comunitario, quien llegó a decir que sin unión económica,
hay que olvidarse de la monetaria.
A su lado, el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli
Rehn, dijo que respeta la "potestad presupuestaria de los
Parlamentos" y explicó que la evaluación y recomendaciones previas
de Bruselas sobre las cuentas nacionales sólo supondrían un elemento
más de información a disposición de los diputados a la hora de
ejercer su derecho.
"No vamos a examinar los presupuestos partida por partida",
tranquilizó Rehn, quien también subrayó la necesidad de hacer
cumplir el Pacto de estabilidad mediante la agilización del
mecanismo sancionador.
La comunicación aprobada hoy por el colegio de comisarios habla
de dotar de "dientes al pacto" y contempla, entre otras medidas, la
posibilidad de suspender ciertas ayudas europeas a los países
infractores reincidentes.
La suspensión de los fondos de cohesión a los países
beneficiarios que superen el límite de déficit público ya está
contemplada en la reglamentación comunitaria, aunque nunca se ha
llevado a la práctica, pero la CE quiere partir de este precedente
para poner un marcha un sistema de sanciones que no afecten sólo a
los países más atrasados como es el caso ahora.
"Que quede claro que sin sanciones no va a tener suficiente
credibilidad", dijo Barroso, quien reconoció que el tema ha
suscitado debate en el seno de la CE y confió en no tener que
aplicar las sanciones, sino emplearlas como un elemento disuasorio.
Bruselas también desea que la vigilancia europea se extienda más
allá del saldo presupuestario y alcance otros factores,
especialmente las diferencias de competitividad en el seno de la
Unión Europea, y especialmente en la zona euro, que a su juicio
están en el verdadero origen de la crisis.
"En los últimos 20 años, Grecia ha registrado un cuarto de la
competitividad de la UE. Proponemos poder enviar alertas tempranas a
los estados si detectamos una evolución negativa, para que tomen
medidas antes de que la situación se agrave hasta situaciones
irreparables", dijo el comisario Rehn.
Para ello, la CE fijará un conjunto de indicadores relacionados
con la productividad, el empleo, la balanza por cuenta corriente o
los costes laborales, destinados a vigilar que los estados miembros
no divergen excesivamente.
Con objeto de coordinar todas estas medidas y evitar llegar a las
sanciones, Bruselas pretende establecer un "semestre europeo" al
comienzo del año, en el que los ministros europeos debatirán, junto
a la CE, la sostenibilidad de sus cuentas y la compatibilidad de las
reformas con las de sus vecinos.
Por último, la Comisión Europea anunció su intención de presentar
una propuesta de mecanismo permanente para ayudar a los miembros de
la Eurozona en peligro de insolvencia, basándose en la experiencia
del aprobado el pasado domingo por los ministros de Finanzas.
Rehn advirtió de que serán tan duras las condiciones asociadas a
esos préstamos que ningún gobierno se planteará recurrir a él de
forma voluntaria. EFE
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