París, 16 jul (EFE).- España va a tratar de convencer a las
agencias de calificación de que no se merece que le rebajen la nota
de la deuda, sobre todo con el ajuste del presupuesto de 2011, pero
también con la reestructuración del sistema bancario y la reforma
laboral, según la directora general del Tesoro, Soledad Núñez.
"Espero que logremos convencerlos de que no merecemos esa
sanción", señaló en una entrevista publicada hoy por el diario
económico francés 'Les Echos' Núñez, que reconoció que la nota
podría ser corregida a la baja en los próximos meses, puesto que
Moody's puso a España en vigilancia negativa hace dos semanas.
Insistió en que la presentación del proyecto de presupuestos en
septiembre "será la ocasión para mostrar que (España) está
comprometida con una política rigurosa y constatar los progresos que
ya se han efectuado este año".
"La reestructuración del sector bancario y la reforma del mercado
laboral constituyen también muestras de buena voluntad", añadió
antes de recordar que no ha habido ningún fracaso en las emisiones
de deuda lanzadas este año, "aunque ha habido que pagarla más cara".
La directora general del Tesoro aseguró que nunca se había
planteado que podría haber problemas para colocar la deuda prevista
este mes de julio y se mostró satisfecha por la operación de ayer,
ya que la prima de riesgo respecto a Alemania ha disminuido.
"Con esta emisión, hemos cumplido el 63-64% de nuestro programa
anual, que se eleva a cerca de 97.000 millones de euros en deuda de
largo plazo", explicó.
También puso el acento en que son "falsos" los "rumores" según
los cuales sólo los españoles están comprando la deuda soberana del
país.
Los no residentes en España han representado el 66% del total
entre finales de 2009 y ahora, mientras que en los títulos de corto
y de largo plazo, la cuota de los compradores domésticos ha pasado
del 47% al 50%, precisó.
Núñez relativizó el aumento del diferencial de interés entre la
deuda española y la alemana, que ha pasado de unos 70 puntos de base
a finales del pasado año a más de 200 en las últimas emisiones.
En términos de tipos absolutos, recordó, se ha pasado del 4% al
4,7%, "lo que quiere decir que el costo de la financiación no se ha
disparado". EFE