Víctor Martín
Nueva York, 8 sep (EFE).- Los signos de debilitamiento de la
economía en Estados Unidos que recoge el libro "beige" de la Reserva
Federal no causaron hoy desesperación en la Bolsa de Nueva York, que
logró cerrar la sesión con moderadas ganancias.
Queda por ver en la próxima jornada si el mercado bursátil encaja
también con buen ánimo los datos del Departamento de Trabajo de
peticiones de subsidios por desempleo, que se espera que reflejen
una escasa variación respecto de la semana previa.
La evolución del mercado laboral es uno de los asuntos a los que
Wall Street se muestra más sensible, por el efecto que tiene en el
nivel de consumo y, por consiguiente, en los beneficios
empresariales.
Los datos de subsidios por desempleo y de la balanza comercial
estadounidense, que se conocerán este jueves, además del contenido
del libro "beige" de la Reserva que se difundió hoy, son las
referencias económicas de más peso que se conocen en esta semana
que, de momento, no es demasiado desfavorable en Wall Street.
La Reserva Federal constató hoy que la información recogida por
los bancos de su sistema organizativo en las doce regiones en que
divide al país "sugieren un crecimiento continuado en la actividad
económica nacional durante el periodo de mediados de julio a finales
de agosto, aunque con amplios signos de una desaceleración respecto
de periodos anteriores".
En siete regiones se percibió un ritmo de crecimiento modesto o
síntomas positivos en la evolución de la actividad, en tanto que en
otros cinco el panorama era más dispar o de una desaceleración de la
actividad, según la entidad.
Ese panorama, no obstante, no tomó por sorpresa a los inversores,
que en los últimos meses han recibido numerosos datos que ya
apuntaron a un freno de la actividad, al tiempo que el empleo no
ofrece pruebas claras de mejoría.
La ausencia de sorpresas permitió que la bolsa neoyorquina
compensara hoy parte de las pérdidas del día anterior y cerró con un
avance del 0,45% (46,32 puntos) en el índice Dow Jones de
Industriales, que finalizó en 10.387,01 unidades.
El selectivo S&P 500 subió el 0,64% (7,03 puntos) y se instaló en
1.098,87 enteros, y el índice compuesto del mercado Nasdaq ganó el
0,9% (19,98 puntos) para finalizar en 2.228,87 unidades.
El mercado bursátil ya había iniciado la sesión con una moderada
tendencia alcista, debido en parte a una exitosa colocación de bonos
por parte del Gobierno portugués, que calmó algunos temores en torno
a los problemas de deuda en ese y otros países europeos.
En EE.UU., el presidente Barack Obama anunció durante un discurso
en Cleveland (Ohio) diversas propuestas para dar incentivos fiscales
a empresas que inviertan en equipos e instalaciones y aludió también
a la necesidad de eliminar ventajas fiscales vigentes que benefician
a los más ricos, pese a la oposición de los republicanos y de
algunos legisladores demócratas.
JPMorgan Chase (2,19%), Alcoa (1,93%), Boeing (1,7%), General
Electric (1,68%), Caterpillar (1,49%), Pfizer (1,41%) y Bank of
America (1,21%) se anotaron las mayores alzas entre los treinta
componentes del Dow, en tanto que Hewlett Packard (-2,78%) e Intel
(-1,21%) registraron los mayores descensos entre cinco empresas de
ese índice que cerraron con pérdidas.
Fuera del Dow, las acciones de Google subieron el 1,33% en el
Nasdaq, tras presentar hoy una versión mejorada de su motor de
búsqueda; al tiempo que las de la compañía propietaria del diario
The New York Times subieron un 7,99% empujadas por rumores sobre la
posible intención del multimillonario mexicano Carlos Slim de
aumentar su participación en el grupo de comunicación.
Los títulos de BP que se negocian en Nueva York se revalorizaron
un 3,17%, después de difundir los resultados de una investigación
propia en la que constata que la explosión de la plataforma
petrolera en el Golfo de México, ocurrida en abril, se debió a
fallos cometidos por esta y otras compañías.
El barril de crudo de Texas se encareció el 0,78% o 58 centavos y
cerró a 74,67 dólares en el mercado neoyorquino del petróleo.
El dólar se debilitó ante el euro y por esa moneda europea se
pagaban 1,2715 dólares al cierre de la sesión bursátil, en tanto que
la deuda pública de EE.UU. a diez años bajaba de precio y ofrecía
una rentabilidad del 2,65%. EFE