La Paz, 2 oct (EFE).- La delegación chilena encargada del diálogo
con Bolivia sobre la controversia por el uso de las aguas del Silala
se negó a firmar un acta que incluye el tema de su "deuda histórica"
con el país andino por el consumo de ese recurso natural, informó
hoy una fuente oficial.
Esa posición fue asumida en una reunión del grupo bilateral
encargado del asunto, que concluyó ayer en La Paz, según un
comunicado de la Cancillería boliviana.
La delegación de Bolivia ratificó en el encuentro que Chile tiene
"obligaciones" por el uso "en el pasado" de las aguas del Silala,
situado en la región andina de Potosí (suroeste), que "deberían ser
compensadas económicamente".
Bolivia planteó incluir en el preacuerdo alcanzado en 2009 entre
ambos países para solucionar la controversia un apartado para
"definir el monto y la forma de erogación por parte de la República
de Chile respecto del uso pasado de las aguas del Silala".
La delegación chilena expresó su "disconformidad" con esta
propuesta y "no se mostró dispuesta" a firmar el acta de la reunión,
con el argumento de que "carece de la autorización por parte de sus
autoridades superiores, respecto a los planteamientos bolivianos",
agrega el comunicado.
El Silala es una región del suroeste de Bolivia, fronteriza con
Chile, donde existen recursos hídricos que según el Gobierno de La
Paz fluyen artificialmente al país vecino, en tanto que Santiago
sostiene que se trata de un río de curso internacional.
En las negociaciones realizadas el año pasado, ambos gobiernos
acordaron que las empresas de Chile paguen por el 50 por ciento del
consumo de esas aguas, en tanto se aclare si son manantiales como
sostiene Bolivia o un río como defienden las autoridades chilenas.
Sin embargo, los dirigentes de Potosí se han opuesto a la firma
de un acuerdo en esos términos porque exigen que Chile reconozca que
las aguas son exclusivamente bolivianas y las empresas de ese país
paguen la "deuda histórica" acumulada desde 1908.
La negociación sobre el Silala es uno de los asuntos establecidos
en la agenda de trece puntos fijada en 2006 por los gobiernos de
Morales y de la entonces presidenta chilena Michelle Bachelet para
mejorar las relaciones bilaterales. EFE