Bruselas, 30 oct (EFE).- Los gobiernos de la Unión Europea desean que el presupuesto de la UE sea consecuente con las políticas de austeridad emprendidas en la mayor parte de los países para recortar el déficit.
Impulsados por el primer ministro británico, David Cameron, los líderes europeos lanzaron el viernes una clara señal a las instituciones comunitarias, el mismo día en que aprobaron la mayor reforma de la disciplina fiscal común desde el nacimiento del euro, en 1999, que incluye un amplio abanico de sanciones para los países infractores.
"Al mismo tiempo en que se refuerza la disciplina presupuestaria en la Unión Europea, es fundamental que el presupuesto de la Unión Europea y el próximo marco financiero plurianual reflejen los esfuerzos de saneamiento que están llevando a cabo los estados miembros con el fin de conducir el déficit y la deuda por una senda más sostenible", afirma el documento de conclusiones de la cumbre.
Actualmente, la UE mantiene dos debates paralelos en relación con el gasto de la Unión.
Por un lado, la Eurocámara y el Consejo -donde están representados los gobiernos- iniciaron el pasado miércoles las negociaciones con objeto de pactar el presupuesto para 2011, una tarea para la que tienen un plazo limitado de tres semanas.
El Parlamento Europeo defiende un alza del presupuesto del 6%, pero un grupo de once países liderados por Reino Unido se comprometió ayer a rechazar cualquier subida superior al 2,91% pactada este verano por los ministros de los Veintisiete.
Cameron ha hecho campaña nacional con el asunto del presupuesto comunitario aunque, con este compromiso, deja atrás sus llamamientos a favor de congelar o incluso recortar los recursos comunitarios para el próximo año.
Fuentes parlamentarias explicaron que el PE podría llegar a aceptar el 2,91% que defienden esos países si logra un compromiso firme sobre la financiación a largo plazo de la Unión.
La Eurocámara es consciente de que, de no alcanzar un acuerdo, la UE se vería obligada a recurrir al sistema de las "doceavas partes", según el cual la UE sólo puede gastar una duodécima parte de los créditos existentes en el presupuesto del ejercicio anterior.
Por otro lado, la Unión Europea está embarcada en la reforma del marco plurianual que marcará las líneas del gasto y las fuentes de ingresos para el periodo posterior a 2013.
En este sentido, la Comisión Europea ha sugerido recientemente la posibilidad de dotar a la Unión de verdaderos recursos propios mediante nuevos impuestos, como los que están siendo analizados a escala europea sobre las actividades bancarias, las emisiones contaminantes o el transporte aéreo.
Estas propuestas del Ejecutivo comunitario fueron publicadas la semana pasada en un informe que obedece a un encargo realizado por los gobernantes europeos en 2005, cuando cerraron a duras penas la negociación de las llamadas "perspectivas financieras" para el actual período (2007-2013).
Los líderes europeos no han hecho comentarios sobre la propuesta de la Comisión durante la cumbre de dos días que han celebrado en Bruselas, aunque en el pasado se han mostrado reacios a la posibilidad de crear verdaderos impuestos europeos.
En las conclusiones de la cumbre se especifica, sin embargo, que los jefes de Estado y de Gobierno tratarán las distintas cuestiones del presupuesto en la próxima reunión que mantendrán en Bruselas, en el mes de diciembre.
En el caso de España, el secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido, apoyó esta misma semana la propuesta de la Comisión Europea para nutrir el presupuesto de la UE, que actualmente no supera el 1% del PIB comunitario. EFE