Fráncfort (Alemania), 11 abr (EFE).- Tres institutos económicos europeos prevén que el Producto Interior Bruto (PIB) de la zona del euro habrá crecido un 0,5 % en el primer trimestre del año impulsado por Alemania y, en menor medida, por Francia.
El instituto alemán de investigación económica Ifo, el de estadística francés Insee y el italiano Isae consideraron en sus últimos pronósticos económicos, publicados hoy, que este crecimiento sostenido se debe "al dinamismo de las exportaciones en un contexto de una demanda más vigorosa de las economías avanzadas, así como del auge de la inversión."
La actividad económica se ralentizará algo en el segundo y en el tercer trimestre hasta el 0,4 %.
La recuperación del PIB de la zona del euro ha estimulado el empleo de la zona del euro, que se estabilizó a finales de 2010 y crecerá de forma modesta los próximos trimestres.
No obstante, el desempleo es alto en muchos países de la zona del euro, según los tres institutos de investigación económica.
El consumo privado se va a debilitar, y sólo avanzará el 0,2 % cada trimestre, ya que el mercado laboral de la zona del euro va a permanecer frágil, con una evolución desigual entre los diferentes países.
La consolidación fiscal en muchos países del área y la inflación van a debilitar los ingresos reales de los hogares.
La inflación debería estabilizarse en el 2,6 % en junio y septiembre de 2011 si el precio del barril de petróleo Brent se estabiliza en 113 dólares y el tipo de cambio del euro fluctúa alrededor de los 1,38 dólares.
La inversión habrá repuntado en el primer trimestre del año debido a un incremento agudo en el sector de la construcción y la mejora de las perspectivas de crecimiento.
Los tres institutos destacan que ha aumentado la incertidumbre en los mercados financieros a comienzos de 2011 por las nuevas tensiones que han surgido en la deuda soberana de algunos países de la zona del euro, particularmente de Irlanda, Grecia y Portugal, y las tensiones políticas en Oriente Medio y en el norte de África, que han incrementado los temores a un incremento duradero en los precios del petróleo y un ajuste de la política monetaria para frenar la inflación.
Por último, el terremoto en Japón puede causar trastornos prolongados en la cadena de suministros en algunos sectores clave. EFE