Washington, 31 jul (EFE).- La Cámara de Representantes de Estados
Unidos salió hoy al rescate del programa "dinero por chatarra", cuyo
éxito fue tan grande como inesperado, y el Senado prevé votarlo la
próxima semana.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, pidió hoy al Senado que
siga el ejemplo de la Cámara de Representantes, que en una votación
de 316 votos a favor y 109 en contra, aprobó el desembolso de 2.000
millones de dólares adicionales para el programa que incentiva la
compra de automóviles nuevos.
En un comunicado distribuido por la Casa Blanca, Obama destacó
que el programa, cuyos fondos provienen del plan de estímulo
económico y que entró en vigor hace seis días, ha sido "un éxito
rotundo".
Según Obama, la iniciativa "ha dado un respiro muy necesario a
los consumidores, ha dado un importante impulso a la industria
automotriz estadounidense y logra beneficios medioambientales que
van más allá de lo calculado originalmente".
La medida "ha demostrado ser una parte exitosa de nuestra
recuperación económica y ayudará a reducir nuestra peligrosa
dependencia del petróleo extranjero, al tiempo que reduce las
emisiones contaminantes", agrega.
La votación de hoy, realizada tras una reunión de emergencia de
legisladores demócratas, dividió a la minoría republicana, que
exigió una mejor rendición de cuentas de la aplicación del programa,
mientras grupos ecologistas pidieron el fortalecimiento de
requisitos para combatir la contaminación ambiental.
En ese sentido, las senadoras Dianne Feinstein, demócrata por
California, y Susan Collins, republicana por Maine, enviaron una
carta al Departamento de Transporte en la que pidieron que la
agencia federal entregue al Congreso una evaluación exhausta del
programa.
Ambas senadoras explicaron en la misiva que el Legislativo
necesita esa evaluación para determinar "la eficacia del programa
para lograr sus metas principales de estimular la venta de autos y
reducir el consumo de petróleo".
Además, Feinstein y Collins quieren que cualquier extensión del
programa tenga en cuenta a consumidores de bajos recursos que no
pudieron aprovechar el programa actual. En sentido, las senadores
apoyan la idea de que se ofrezcan cupones para la compra de
vehículos usados con alto rendimiento en el consumo de combustible.
La Cámara Baja se apresuró a extender el programa después de que
el Departamento de Transporte advirtiera la noche del jueves de que
la alta demanda amenazaba con agotar los mil millones de dólares
iniciales con que se dotó inicialmente.
Los nuevos fondos del programa estarán disponibles hasta fines
del año fiscal 2010 que comienza en octubre próximo.
Fuentes del Senado indicaron que el programa será sometido a
votación la próxima semana, antes del receso legislativo que
comienza el próximo 7 de agosto.
Se calcula que el programa generó la compra de entre 40.000 y
50.000 vehículos nuevos desde el lunes pasado, aunque fuentes
legislativas indicaron que, según una encuesta realizada entre
concesionarios de todo el país, aún faltan por procesar otros
200.000 formularios para los incentivos.
A raíz del inesperado éxito que ha tenido el programa, el senador
demócrata Carl Levin no quiso aventurar cuándo se agotarán los
nuevos fondos pero urgió a los estadounidenses a que "acudan a sus
concesionarios ahora, si quieren aprovechar el programa".
"Vamos a buscar fondos adicionales con la esperanza de que el
programa dure más tiempo", dijo Levin, cuyo estado, Michigan, es la
sede de la industria automotriz estadounidense.
El programa ofrece incentivos de hasta 4.500 dólares a los
conductores que reemplacen sus vehículos anticuados con automóviles
nuevos que consuman menos combustible.
La Administración Nacional para la Seguridad en la Carretera
(NHTSA, por su sigla en inglés) había previsto que los fondos del
programa, cuya duración se había calculado inicialmente hasta
noviembre, serían suficiente para que los consumidores
estadounidenses compraran 250.000 vehículos. EFE