Atenas, 27 nov (EFE).- El primer ministro griego, el conservador Andonis Samarás, prometió hoy inyectar en la economía real la mayor parte de los nuevos tramos de financiación aprobados la pasada noche durante la reunión del Eurogrupo.
En una comparecencia en la que no admitió preguntas, Samarás aseguró que "por primera vez, sólo el 10 % (del tramo) irá al pago de intereses y amortizaciones", ya que hasta ahora el 85 % de la financiación internacional se dedicaba al pago de la deuda externa.
La eurozona y el Fondo Monetario Internacional (FMI) acordaron ayer entregar antes del 13 de diciembre un nuevo paquete de ayuda de 34.500 millones de euros del rescate total de 130.000 millones pactado a principios de año.
Otros 9.300 millones serán desembolsados durante el primer trimestre de 2013, siempre y cuando el país cumpla con las exigencias de la troika.
El primer ministro prometió que en los tres próximos meses se pagarán las deudas del Estado a los proveedores privados (que asciende a 9.000 millones).
También explicó que se llevará a cabo la recapitalización de la banca -para lo que se estima se necesitan unos 24.000 millones de euros- de manera que se "proteja los ahorros del pueblo" y se "abra el camino para recuperar la liquidez en la economía griega".
"Termina un periodo dominado por el pesimismo en el interior, por la falta de fiabilidad externa y por una incertidumbre general sobre el futuro de nuestro país", proclamó Samarás, subrayando que el nuevo acuerdo facilitará la reducción de la deuda griega al extenderse el periodo de los préstamos y reducirse los intereses.
Las nuevas proyecciones de la UE y el FMI prevén que la deuda griega, actualmente equivalente al 170 % de su PIB, se reduzca al 124 % en 2020 y al 110 % en 2022.
Sin embargo, el principal partido de la oposición, el izquierdista Syriza, considera que estas predicciones no se cumplirán ya que están basadas en postulados erróneos sobre el eventual crecimiento de la economía griega los próximos años.
La mayoría de las proyecciones hechas hasta ahora por la troika han pecado de optimistas y se han visto superadas por la realidad de una economía ahogada por cinco años de recesión consecutivos. EFE