Seúl, 11 abr (.).- El banco central surcoreano mantuvo hoy sin cambios los tipos de interés en un momento en que la inflación parece estar enfriándose en el país asiático, donde se crecen a su vez los temores por la ralentización económica.
Tal y como la mayoría de analistas preveía, el Banco de Corea (BoK) mantuvo intacta la tasa de reposición interbancaria en el 3,5 %, algo que ya hizo en su junta de política monetaria de febrero después de haber aprobado siete incrementos consecutivos desde abril de 2022.
La decisión se adoptó de manera unánime por los siete integrantes de la junta, aunque cinco de ellos se mostraron abiertos a la posibilidad de un incremento del 0,25 % en el futuro.
"Se prevé que la inflación seguirá estando por encima del nivel considerado como objetivo durante un tiempo considerable, aunque se espera que continúe mostrando una desaceleración", explicó la entidad emisora en un comunicado emitido al término de la reunión.
La junta considera apropiado seguir evaluando "el ritmo de ralentización de la inflación, las condiciones de estabilidad financiera y los desarrollos en torno a otras incertidumbres", añade.
El IPC en la décima economía del mundo mostró un avance del 4,2 % en marzo, un dato que aunque está bien por encima de la meta del 2 % establecida por el BoK es el mejor en el último año, después de que la subida de precios alcanzara un máximo en 24 años en julio de 2022 con una escalada del 6,3 %.
A las dudas sobre la robustez del sector bancario a nivel global tras las recientes quiebras de bancos en EE.UU. o de Credit Suisse (SIX:CSGN), se unen los temores de una ralentización económica motivada especialmente por la caída de las exportaciones surcoreanas, principal músculo de la cuarta economía de Asia.
En ese sentido, los envíos surcoreanos al exterior se encogieron en marzo por sexto mes seguido y en febrero el país registró su segundo déficit por cuenta corriente consecutivo, algo que no pasaba desde hace más de una década.
A su vez, preocupa la brecha en cuanto al precio del dinero con EE.UU., donde los tipos están en la horquilla del 4,75-5 %, y el efecto que eso pueda tener sobre el debilitamiento del won y, por tanto, sobre la inflación.
En febrero el BoK ya tuvo que recortar en una décima su previsión de crecimiento para Corea del Sur en todo 2023 hasta el 1,6 %, y se espera que vuelva a reducirla durante su próxima junta del 25 de mayo.