Lisboa, 24 oct (EFE).- El Banco Portugués de Inversiones (BPI) ganó durante los nueve primeros meses de este año 117,1 millones de euros, lo que supone un aumento de beneficios netos, respecto al mismo período de 2011, del 15,5 %.
Según las cuentas trimestrales de la entidad, publicadas hoy por la Comisión del Mercado de Valores (CMVM) lusa, el banco mejoró sus resultados en Portugal de forma significativa, lo que sirvió para compensar la caída de las ganancias registrada en su actividad internacional.
El BPI, uno de los mayores bancos lusos cuyo máximo accionista es la española Caixa Bank, logró a nivel nacional mejorar su rendimiento en un 69 % respecto al último ejercicio, hasta lograr unos beneficios de 55,5 millones de euros.
Este crecimiento reduce la distancia con las ganancias que genera su actividad en Angola (a través del BFA) y, en menor medida, en Mozambique (con el BCI), que entre enero y septiembre de 2012 se situaron en 61,6 millones de euros, un 10 % menos que en los nueve primeros meses del año anterior.
De esta forma, el BPI regresa a la senda de los beneficios después de las pérdidas registradas por primera vez en su historia en 2011.
El resultado negativo de ese ejercicio alcanzó -tras ser revisado al alza- los 285 millones de euros debido fundamentalmente al impacto de su exposición a la deuda griega.
El producto bancario de la entidad se situó en 925 millones de euros, un 11,5 % más que entre enero y septiembre de 2011, de los cuáles 440 millones procedieron de su margen financiero.
El resultado operativo del BPI se incrementó en un 51 %, hasta los 445,5 millones de euros, mientras que las provisiones de capital -cantidad reservada por los bancos en función del riesgo de sus créditos- se reforzaron en 213 millones de euros, exactamente el doble que un año antes.
Los responsables de la entidad financiera lusa destacaron en un comunicado que su Core Tier 1 -rátio utilizado para medir la solvencia- es ahora del 9,7 % de acuerdo con el método de cálculo utilizado por la Autoridad Bancaria Europea, siete décimas por encima del exigido por este organismo desde junio.
Para cumplir con esos requisitos de capital, el BPI solicitó este año ayuda estatal, al igual que otras dos grandes entidades financieras lusas, el Banco Comercial Portugués y la Caixa Geral de Depósitos.
En el caso del BPI la asistencia se cristalizó con una inyección de fondos públicos por valor de 1.500 millones de euros.
Ese dinero procedió de los 12.000 millones de euros reservados a posibles necesidades de los bancos portugueses en el rescate financiero firmado el año pasado por Lisboa con la UE y el Fondo Monetario Internacional, que en total ascendió a 78.000 millones. EFE