Madrid, 14 mar (.).- Los elevados costes de producción, muchos derivados de las consecuencias de la guerra en Ucrania, es el argumento unánime que esgrime una gran parte de la producción y de la industria alimentaria para explicar la inflación, si bien, el Gobierno cree que se debe a la disminución de las cosechas por el clima.
Actores relevantes en el funcionamiento de la cadena alimentaria han reaccionado este martes al IPC ampliado de febrero que arroja una inflación anual de alimentos y bebidas no alcohólicas del 16,6 %; en la comparación mensual, los precios de los alimentos subieron un 2 %.
De un análisis más pormenorizado se desprende que las harinas y otros cereales, junto con otros aceites comestibles distintos al de oliva, fueron las únicas dos categorías de alimentos con una rebaja o supresión del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) que se abarataron en febrero respecto al mes anterior.
EL GOBIERNO
La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha atribuido este martes a la reducción de la oferta por el clima la subida del IPC de la alimentación y ha asegurado que aún tienen "recorrido" las medidas del Ejecutivo para que se reflejen en la cesta de la compra.
Ha asegurado que la subida es "similar" a la registrada en países "vecinos", como Francia y Alemania.
En la misma línea, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha señalado que los factores "no están vinculados a la guerra de Ucrania sino a las condiciones climáticas (...) De ello deriva una situación de incremento de precios porque en enero hemos tenido una menor producción hortofrutícola y de legumbres al aire libre como consecuencia del frío".
REACCIONES SECTORIALES
Con estos datos, unos de los sectores primeros en reaccionar ha sido el lácteo que atribuye esta subida, una vez más, al encarecimiento de los costes de producción.
Desde la Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil) han explicado en declaraciones a Efe que sus costes "sólo se han repercutido" de forma "parcial" a los precios, un hecho que en el sector se ha traducido en una "fuerte reducción de los márgenes para la industria transformadora".
El sector hortofrutícola ha puesto el foco igualmente en las condiciones climatológicas adversas, el aumento de los costes de producción y los efectos de las plagas, en el caso de frutas y verduras.
Respecto al azúcar, aparte del alza de los costes, creen que la inflación en su producto se debe a la "fuerte" reconversión en el sector que comenzó hace 17 años.
Es un sector muy pendiente de esa evolución inflacionista porque el precio del azúcar ha liderado las subidas con un encarecimiento del 52,6 % en tan sólo un año.
Los productores e industriales del huevo destacan que el incremento porcentual de los costes de producción (45 %) es superior a la del precio de venta al consumidor (28 %), lo que indica, bajo su punto de vista, que a lo largo de la cadena "se ha mitigado el impacto de las subidas".
En el sector agrario, la reacción ha llegado desde la organización Unión de Uniones que ha pedido a los miembros de Unidas Podemos del Gobierno que impulsen una ley que regule la intervención del Estado en los precios y márgenes de los productos básicos y de primera necesidad, en el marco de las normas de libre competencia.
CONSUMIDORES
Dos de las principales asociaciones de consumidores (OCU y Facua) han solicitado nuevas actuaciones para intentar atajar el problema de la inflación.
La OCU ha exigido, en un comunicado, "aumentar de manera urgente y sustancial el importe de la ayuda de 200 euros para hogares vulnerables, así como el número de beneficiarios", al tiempo que ha solicitado la aplicación del IVA al 0% a la carne y el pescado.
El secretario general de Facua, Rubén Sánchez, ha declarado a Efe que los datos del IPC prueban que las medidas del Gobierno para bajar el IVA son "absolutamente insuficientes" porque "no se están cumpliendo" y no se han recortado "subidas descomunales" del coste de algunos alimentos.
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