Eva Santis
Madrid, 7 ago (EFE).- El temor a una acusada ralentización de la
economía estadounidense ha cobrado fuerza con los decepcionantes
datos del desempleo, y los mercados están a la espera de las
decisiones que tome la Reserva Federal el próximo martes.
La primera economía mundial destruyó 131.000 empleos en julio,
más de lo previsto por los analistas (tras los 221.000 perdidos en
junio, casi el doble del cálculo inicial), al crear el sector
privado tan sólo 71.000 puestos, menos de lo esperado.
La tasa de desempleo se mantuvo en un 9,5%, porque, según los
expertos, ha aumentado el número de personas demasiado desalentadas
para seguir buscando trabajo.
La difusión de los datos del paro hizo que las Bolsas europeas
cerraran con caídas de en torno a un 1% el viernes, mientras que el
Dow Jones consiguió remontar buena parte de los 160 puntos que llegó
a perder durante la sesión y retrocedió tan sólo un 0,2%.
Las cifras del desempleo eran el último toque negativo de la
semana, tras la caída de los pedidos a las fábricas en un 1,2% en
junio, la bajada en un 2,6% de las ventas de casas pendientes y la
subida de la tasa de ahorro a un 6,4%, su nivel más alto en un año,
anunciadas el pasado martes.
Los gastos de consumo de los particulares en EEUU representan en
torno a los tercios del PIB. Todo lo que haga peligrar el consumo,
el primer lugar el desempleo, perjudica a la economía.
Una economía que ya perdía ímpetu en el segundo trimestre, cuando
el PIB creció a una tasa anualizada del 2,4%, según el primer
cálculo publicado hace una semana, lejos del 3,7% registrado en los
tres primeros meses del año.
El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, ha advertido
esta semana de que la economía tiene un "considerable camino" por
recorrer para recuperarse del todo de la peor recesión desde los
años 30. Y ha dicho que el organismo que preside está dispuesto a
tomar medidas si hace falta para estimular la economía.
Los analistas se preguntan si la Fed anunciara este mismo martes
nuevas medidas en ese sentido, a la luz de los datos del desempleo,
o si esperara hasta septiembre. Lo que parece seguro es que los
tipos de interés se mantendrán entre un 0 y un 0,25%.
Aunque también cauteloso -"estamos en un entorno de
incertidumbre" y "no podemos cantar victoria"-, el presidente del
Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, parece alentado
por la marcha de la economía de la zona euro en el segundo
trimestre, tras un primero nada boyante.
Los datos disponibles sobre el tercer trimestre han sido mejores
de lo esperado, dijo asimismo Trichet el jueves, después de que el
BCE mantuviera los tipos de interés en el 1%.
El primer cálculo del PIB de la zona euro y del conjunto de la UE
en el segundo trimestre se hará público el próximo viernes, día en
que también se conocerán el crecimiento de la economía de Alemania
(que se espera muy fuerte), Francia y España.
Los datos para España adelantados por el banco central apuntan a
un avance del 0,2% intertrimestral y una caída del 0,2% interanual.
La economía de Italia creció un 0,4% en el segundo trimestre
sobre el primero y un 1,1% interanual, según lo anunciado ayer.
El repunte en el Reino Unido en el segundo trimestre sorprendió a
todos, con un avance del 1,1% sobre los tres primeros meses del año,
o sea, el nivel más fuerte en cuatro años.
Aún así, el gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, ha
dicho que sigue siendo incierta una recuperación sostenible en el
Reino Unido. El Banco mantuvo los tipos en un 0,5% el jueves.
Los malos datos del desempleo en EEUU desataron una nueva bajada
del dólar, que se acercó a mínimos de 15 años ante el yen.
Por otra parte, Rusia anunció la suspensión de sus exportaciones
de cereales hasta finales de año, porque la terrible sequía que ha
causado numerosos incendios en el país reducirá las cosechas.
Los precios del trigo se dispararon hasta su nivel más alto en
casi dos años en los mercados de futuros tras el anuncio de Moscú.
Lastrados por los malos datos del paro en EEUU, los futuros de
petróleo cerraron a la baja el viernes, por debajo de 81 dólares.
La semana entrante, la Agencia Internacional de Energía y la OPEP
actualizarán sus cálculos de la demanda mundial de petróleo. EFE