Río de Janeiro, 23 sep (.).- La confianza de los consumidores brasileños subió 0,5 puntos en septiembre y se ubicó en los 89,7 puntos, el nivel más alto desde marzo, informó este lunes el centro de estudios económicos Fundación Getúlio Vargas (FGV).
Aunque se trata de un resultado "tímido", el ascenso se suma al 1,1 puntos alcanzado en agosto, "produciendo una ligera tendencia al alza en el tercer trimestre" del año, señala el estudio.
El aumento de la confianza del consumidor en septiembre estuvo dado "por el mayor impulso hacia las compras en los próximos meses", un hecho que, de acuerdo con la FGV, tiene relación directa con una medida, mediante la cual el Gobierno liberó el saque parcial de las cesantías de los brasileños para ayudar a reactivar la economía.
No obstante, a pesar de la mejora, el resultado muestra cierta debilidad respecto a la continuidad de esta recuperación, según Viviane Seda Bittencourt, coordinadora de encuestas de la FGV.
De acuerdo con la experta, la satisfacción de los consumidores empeoró en relación con el momento actual, mientras que las expectativas para los próximos meses mejoraron.
El Índice de Situación Actual (ISA), que mide la evaluación del consumidor sobre el momento actual, retrocedió 1,3 puntos, hasta 77,4 puntos, mientras que el Índice de Expectativas (IE), que evalúa la previsión para seis meses, avanzó 1,5 puntos, hasta 98,7 puntos, manteniéndose por debajo del nivel neutral de 100 puntos por sexto mes consecutivo.
Según el informe, la intención de comprar bienes duraderos fue el aspecto que más contribuyó para que se diera un alza en el índice que mide la confianza de los consumidores brasileños en septiembre, tras avanzar 9 puntos y revertir la caída de 10,9 puntos registrada en agosto.
Por el contrario, los indicadores que miden el optimismo de los brasileños sobre la economía y la situación financiera familiar cayeron 2,2 puntos y 2,6 puntos, y se ubicaron en 115,8 puntos y 99,4 puntos, respectivamente.
La aún tímida confianza del consumidor refleja la lenta recuperación de la economía de Brasil, tras la histórica recesión de hace cuatro años.
En 2015 y 2016, Brasil sufrió una de las mayores recesiones de su historia, con una caída acumulada de siete puntos porcentuales en su producto interior bruto (PIB).
La economía brasileña creció un 1,1 % en 2017 y el mismo porcentaje en 2018, mientras que para este año los expertos del mercado financiero prevén un avance de cerca del 0,85 %, es decir con una desaceleración respecto a los dos últimos años.
Si bien en el segundo trimestre del año la economía de Brasil creció un 0,4 % y evitó una recesión técnica, el resultado todavía muestra la lenta recuperación del gigante sudamericano.