MADRID (Reuters) - España se ubicó en el puesto 37 de una lista de 175 países analizados por el Índice de Percepción de la Corrupción de la organización Transparencia Internacional publicado el miércoles, que concluyó que en el país no existe una "corrupción sistémica".
En momentos en que en el país existe un alto nivel de indignación ciudadana por los numerosos casos de corrupción que han salpicado a políticos, España obtuvo una puntuación de 60 y subió tres puestos respecto a 2013.
"No hay corrupción sistémica, como hay en otros países, estructural, sino que aquí fundamentalmente se centra en el ámbito político (...) con la complicidad lógicamente de las empresas, o de ciertas empresas", dijo el presidente de Transparencia Internacional España, Jesús Lizcano, durante la presentación del informe en Madrid.
El índice, que se basa en los niveles percibidos de corrupción del sector público, califica a los países de cero a cien, siendo el cero el nivel más corrupto.
España está empatada a puntos con Israel y aparece detrás de países como Estonia, Catar, Chipre, Portugal o Emiratos Árabes Unidos, en una lista que encabezan Dinamarca y Nueva Zelanda como los países con mejor puntuación, y que cierran Corea del Norte y Somalia.
El informe destacó como positiva una consolidación en la puntuación española después de que el año pasado descendiera diez puestos en el índice, el país en el que más subió la percepción de la corrupción por detrás de Siria.
"Por una parte, los sistemas de control se han mostrado más eficaces y han venido aflorando muy numerosos casos de
corrupción; por otra parte, las denuncias de los medios de comunicación y el relevante eco social y atención prestada a los casos (...) han influido intensamente en la percepción
ciudadana, generando un estado general de indignación", detalló el estudio.
La crisis económica que comenzó hace seis años en España y obligó a los gobiernos a adoptar duras medidas de austeridad expuso los estrechos lazos entre políticos y empresarios de la construcción, que ayudaron a alimentar una desastrosa burbuja inmobiliaria.
Según Transparencia, la crisis económica en España ha elevado el nivel de exigencia social y ha dado lugar a un nivel muy alto de alarma social, pese a que, dijo, "la justicia viene cumpliendo su función con cierta eficacia y nivel de resultados, a pesar de su lentitud".
"La lentitud de las sanciones penales, la baja intensidad de las penas en casos de corrupción relevante, la expansión de los escándalos a las instituciones clave del Estado, y la sensación de impunidad explican bien la percepción social negativa que se mantiene en este Índice", concluyó el estudio.