Londres, 16 dic (.).- El Banco de Inglaterra subió este jueves, contra pronóstico, los tipos de interés en el Reino Unido del mínimo histórico del 0,1 % al 0,25 %, el primer aumento en más de tres años, con el fin de contener la elevada inflación, que en noviembre se situó en el 5, 1 %.
El banco había bajado los tipos al 0,1 % en marzo de 2020 como medida para combatir las consecuencias económicas de la pandemia y el aumento de hoy es el primero que se produce desde agosto de 2018 (cuando se situaron en el 0,75 %) y el tercero desde la crisis crediticia de 2008.
La estrategia de Londres contrasta con la de la Reserva Federal estadounidense, que este miércoles mantuvo sin cambios los tipos de interés, en el rango de entre el 0 % y el 0,25 %, pero aceleró la reducción de la compra de bonos dentro de su programa de estímulo, que acabará en marzo. Prevé no obstante al menos tres subidas del precio del dinero en 2022.
El Banco de Inglaterra ha optado por mantener invariable su programa de alivio cuantitativo, por el que, desde su introducción en marzo de 2009, ha adquirido bonos sobre todo públicos pero también privados por un valor total de 895.000 millones de libras (un billón de euros).
AUMENTO IMPREVISTO
La decisión del banco emisor británico de subir los tipos se produce después de que el martes el Fondo Monetario Internacional (FMI) le advirtiera de "caer en la inacción" ante la escalada de la inflación.
En contra de lo pronosticado por los analistas, el comité de política monetaria del Banco de Inglaterra decidió por una amplia mayoría de 8 votos frente a 1 encarecer el precio del dinero a pesar de que aún se desconoce el efecto que tendrá en la economía la variante ómicron del coronavirus.
Los expertos auguraban que la institución dirigida por Andrew Bailey esperaría al menos hasta su próxima reunión, el 3 de febrero, para iniciar la subida de los tipos, cuando ya se habría comprobado el impacto del fin, el 30 de septiembre, del programa gubernamental de protección de empleo introducido al inicio de la pandemia.
El banco ha decidido actuar con premura ante el incremento del índice de precios al consumo (IPC), que se situó en el 5,1 % en noviembre -frente a un 4,2 % en octubre-, su mayor incremento desde septiembre de 2011 y muy por encima del objetivo oficial del 2 %.
Este fuerte ascenso respondió al alza del precio de la energía y el carburante y refleja también la escasez de ciertos bienes por interrupciones en la cadena de suministro debido a las restricciones globales por la covid-19.
El banco señala en su informe difundido hoy que espera que la inflación interanual llegue al 6 % en abril "y que baje en la segunda mitad del año próximo", y constata que "ha subido más de lo esperado en las economías desarrolladas".
INCERTIDUMBRE POR LA ÓMICRON
Con todo, la tasa de desempleo sigue a la baja en el Reino Unido, pues se situó en el 4,2 % entre agosto y octubre, frente al 4,3 % entre julio y septiembre, si bien aún no se ha notado el efecto completo de la rescisión de las ayudas estatales al empleo.
Economistas como Suren Thiru, de las Cámaras de Comercio Británicas, han mostrado su sorpresa por que el Banco de Inglaterra haya subido los tipos "pese a la creciente incertidumbre" sobre el efecto de la ómicron en la economía, y señalan que la medida no servirá para frenar la inflación causada específicamente por la falta de mano de obra y problemas de suministro globales.
El Gobierno británico ha introducido este mes nuevas restricciones para combatir la propagación de la ómicron, entre ellas la exigencia de un certificado de vacunación o test negativo para entrar en ciertos espacios cerrados y pruebas adicionales para los vacunados en los viajes internacionales, con los consiguientes efectos en la economía.
El Reino Unido registró ayer 78.610 nuevos contagios de covid-19, el máximo diario registrado hasta ahora, impulsados por esa variante, que presenta una mayor transmisibilidad y un mayor riesgo de infección.