Fráncfort (alemania), 17 dic (.).- El Banco Central Europeo (BCE) alertó este martes de los efectos negativos que pueden tener en los bancos el aumento de los riesgos geopolíticos, en un contexto en el que la probabilidad de que haya acontecimientos inesperados "parece mayor que hace un año".
Así lo expresó la presidenta del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo (BCE), Claudia Buch, durante la rueda de prensa celebrada este martes en Fráncfort (Alemania) tras la presentación de los resultados de su proceso de revisión y evaluación supervisora (SREP).
Pese a que el organismo mantendrá prácticamente estables los requisitos de capital de las entidades de crédito en 2025, Buch afirmó que, en el futuro, los bancos tendrán que adaptarse a un entorno cambiante.
"Ante el aumento de los riesgos geopolíticos, los cambios estructurales, los riesgos climáticos y medioambientales y los riesgos a la baja de las perspectivas macroeconómicas, seguirá siendo fundamental una sólida resistencia financiera y operativa", aseguró.
En este contexto, Buch explicó que el aumento de los riesgos geopolíticos afecta a los bancos a través de varios canales, como pueden ser los mercados financieros, que no suelen tener en cuenta estos acontecimientos, lo que puede dar lugar a bruscos ajustes de precios si se materializan.
A ello se suma que las sanciones financieras y los ciberataques pueden afectar a los bancos, mientras que, en la economía real, el aumento de los costes para las empresas y las perturbaciones del comercio mundial podrían incrementar el riesgo de crédito.
No obstante, Buch destacó que estaban trabajando conjuntamente con los bancos para saber qué estaban haciendo en este área y que había descubierto que había "relativamente poco" que se estuviera dejando fuera.
Al ser preguntada por las operaciones que el BCE está estudiando, como la petición de UniCredit (BIT:CRDI) de alcanzar hasta el 29,9 % de Commerzbank (ETR:CBKG), Buch declinó hablar sobre entidades concretas, aunque afirmó que su papel estaba realmente claro en la legislación, al igual que los criterios que se evalúan.
"En general, adoptamos un enfoque neutral cuando se trata de fusiones transfronterizas frente a nacionales. Al final, es una decisión de las partes interesadas y los accionistas de los bancos, de cómo quieren responder a la creciente presión competitiva, la digitalización, etc", afirmó.