Paula Fernández
Lisboa, 28 sep (.).- La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, llamó hoy a la calma ante el aumento de la inflación en la eurozona, que en agosto marcó un récord de 10 años, y defendió que no hay que precipitarse en ajustar la política monetaria porque se trata de un efecto "transitorio" de la pandemia.
Lagarde, que el día anterior ya había señalado que todo apunta a que el aumento de los precios será temporal, insistió en pedir tranquilidad este martes en la apertura del foro anual que el BCE realiza habitualmente en Sintra (Portugal), que por segundo año consecutivo fue virtual por la pandemia.
"Una vez que pasen estos efectos impulsados por la pandemia, esperamos que la inflación disminuya", dijo la responsable del supervisor bancario europeo, que recordó que la crisis derivada del coronavirus provocó una recesión "muy insólita" que ha ido seguida de una recuperación "muy atípica".
Lagarde no cree que los efectos de la pandemia sobre la inflación, que en agosto se situó en el 3 % -la mayor subida en la eurozona desde finales de 2011-, perduren en la economía del bloque.
El incremento actual de los precios se debe sobre todo a los aumentos en la energía, aunque también está motivado por cuestiones fiscales de Alemania y los cambios en los períodos de rebajas, y se prevé que sigan creciendo este año, antes de volver a caer en 2022.
NO "EXAGERAR"
Como los efectos son temporales, no hay que precipitarse a la hora de retirar los estímulos demasiado rápido: "El desafío clave es asegurar que no reaccionemos de manera exagerada a choques transitorios que no tienen relación con el medio plazo", defendió Lagarde.
Y aseguró: "Sólo reaccionaremos a las subidas de inflación que creamos que sean duraderas y se reflejen en la dinámica de la inflación subyacente".
La meta de inflación para la eurozona sigue estando en el 2 %, y el BCE defiende que la política monetaria debe permitir una salida "segura" de la pandemia que haga que la inflación vuelva a ese nivel de manera sostenible.
Lagarde volverá a participar en el foro del BCE este miércoles, en un panel final sobre política monetaria en el que estarán también el presidente de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, Jerome Powell, y los gobernadores del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, y de Japón, Haruhiko Kuroda.
ENDEUDAMIENTO EMPRESARIAL
La sesión de este martes estuvo centrada en el endeudamiento empresarial, y contó con un debate sobre las reglas de insolvencia corporativa y la deuda "zombi" moderada por el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos.
"Los regímenes de insolvencia son muy importantes", señaló De Guindos, quien refirió que por ello no se pueden dejar "sólo en las manos de los ministros de Justicia", sino que debe haber un trabajo conjunto con los de Economía y Finanzas para legislarlos.
En el debate, la profesora del Harvard Business School Victoria Ivashina presentó un trabajo sobre la deuda "zombi" y defendió que los bancos no pueden ser los únicos responsables, porque no son los únicos acreedores a quienes afecta, y apeló a reforzar los procesos de insolvencia.
Participó también el director de grupos de mercados financieros del London School of Economics, Simeon Djankov, quien consideró que los sistemas de insolvencia pueden formar parte de una solución macroeconómica al endeudamiento "zombi".
El foro continuará este miércoles con una sesión sobre los cambios estructurales y las implicaciones del cambio climático para la política monetaria en la que estarán, entre otros, la responsable de innovación y emprendimiento de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Chiara Criscuolo, y la vicegobernadora del Banco Central Sueco, Anna Breman.
La localidad de Sintra acoge desde 2013 este foro del BCE, que replica un modelo que la Fed estadounidense pone en práctica desde 1978 en Jackson Hole (Kansas, EEUU).