Por Balazs Koranyi, Francesco Canepa y Frank Siebelt
FRÁNCFORT, 11 oct (Reuters) - El Banco Central Europeo tiene capacidad para comprar deuda pública por un valor de en torno a un año de bonos alemanes en el marco de su nuevo programa de compra de activos, debiendo modificar sus propias normas si desea mantener en marcha el programa durante más tiempo, con el riesgo de que surjan entonces nuevos conflictos internos y legales, según dos fuentes familiarizadas con el asunto.
Ante el débil crecimiento y la baja inflación, el BCE decidió el mes pasado empezar a comprar deuda indefinidamente. Eso abrió una brecha en un consejo de gobierno normalmente unido: los miembros conservadores sintieron que habían sido forzados a participar en un programa que será difícil de gestionar y también de abandonar.
Los opositores a las compras de deuda -los jefes de los bancos centrales de los países más grandes de la zona euro, Francia y Alemania, entre otros- argumentaron que estas deberían ser una herramienta de emergencia. Las compras indefinidas podrían entrar en conflicto con las garantías que el BCE estableció para mantenerlas dentro de la legalidad, dijeron.
Estas garantías incluyen la compra de no más de un tercio de la deuda de cada país y la compra de bonos de acuerdo con la participación de cada país en el capital social del BCE, comúnmente conocido como clave de capital.
Pero de seguirse estrictamente ambas reglas, tan sólo quedaría disponible en el mercado un valor equivalente al de en torno a un año de bonos alemanes, señalaron las fuentes. Esto obligaría a la nueva presidenta del BCE, Christine Lagarde, a resolver un difícil problema creado por su predecesor.
Para retrasar el choque contra tal muro, los responsables de la entidad europea preferirían "forzar" la clave de capital y comprar menos bonos alemanes en lugar de modificar el límite a los emisores, según otras dos fuentes con conocimiento directo del asunto.
El BCE ya ha sorteado la clave de capital en el pasado. Siguiendo esta práctica, el BCE podría comprar bonos alemanes "más allá de un año", dijo una quinta fuente familiarizada con la toma de decisiones del BCE.
Un portavoz del BCE rechazó hacer comentarios.
Desviarse de la clave de capital no tiene implicaciones legales directas, por lo que sería más fácil defenderse ante un tribunal de justicia, donde el programa de compra ya ha sido impugnado por un grupo de académicos alemanes. Pero esta decisión podría ser políticamente arriesgada, ya que pondría en situación de desventaja a Alemania, la mayor opositora al programa.
Aún así, todavía habría de pasar tiempo antes de que se produjera una desviación significativa, pudiendo argumentar el BCE que otras compras anteriores también se desviaron de la clave de capital, pues el banco absorbió en el pasado el exceso de deuda de Italia, España y Francia para compensar a los países en los que no podía comprar.
La de deuda italiana, española y francesa en manos del BCE supera en la actualidad sus respectivas cuotas en un 8,4%, un 7,4% y un 3,9%, según los cálculos de Reuters, que excluyen a Grecia porque no puede ser objeto de compras.
El problema es que la deuda alemana que posee el BCE ya está un 1,3% por debajo de la clave de capital, un argumento utilizado por quienes defienden que el BCE está financiando a países derrochadores a expensas de la virtuosa Alemania.
Pero la clave de capital se aplica al stock de deuda pública, que en la actualidad asciende a 2,1 billones de euros en el balance del BCE.
Por lo tanto, llevará tiempo antes de que las nuevas compras de bonos del Estado, que probablemente se sitúen en torno a los 15.000 millones de euros al mes si las emisiones mantienen el ritmo, afecten al conjunto de forma significativa.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ya ha autorizado la compra de bonos, desestimando una impugnación por parte de un grupo de académicos alemanes. No obstante, el TJUE dijo que garantías como las normas autoimpuestas por el BCE son necesarias para garantizar que el banco no financie a los Estados, uno de los principales tabúes en la legislación europea.
La modificación del límite al emisor podría dar lugar a una nueva impugnación legal, sobre lo que el Comité Jurídico del BCE ya ha advertido, según informó el Financial Times.
De hecho, los denunciantes alemanes, encabezados por el profesor berlinés Markus Kerber, han señalado que la nueva compra de bonos cambia la naturaleza del programa, por lo que los tribunales deberían volver a considerar el asunto.
Otra opción que el BCE podría considerar sería comprar más deuda del sector privado para depender menos de los bonos del Estado, pero tres de las fuentes dijeron que no había mucho interés en hacer esto.
El BCE ya se ha visto sometido a suficiente desgaste con la polémica compra de bonos del minorista sudafricano Steinhoff (DE:SNHG). Muchos miembros del consejo de gobierno sostienen que una mayor presencia en el mercado del sector privado reduciría indebidamente la percepción del riesgo.
Sin embargo, cualquier método para prolongar las compras alemanas sólo concede al BCE un tiempo limitado antes de que se alcance el límite de emisión. Lagarde tendrá sólo unos meses para resolver esto, dijeron las fuentes.
Otra razón para que urja una solución a este problema es la promesa del BCE de continuar comprando bonos hasta que comience a subir los tipos de interés. Los mercados no esperan que esto suceda hasta 2025, mucho después de que alcance a su límite de compra en todos los países.
(Editado por Larry King; Traducido por Darío Fernández en la redacción de Gdansk)